El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) aprobó ayer la propuesta del Servicio de Patrimonio por la que se prevé instara 21 nuevos quioscos de golosinas, flores, prensa y uno de jeringos en distintas zonas de la capital. Se trata del primer listado que se realiza bajo la nueva ordenanza de regulación de quioscos, que generó una polémica por las nuevas condiciones que se establecían, sobre todo en lo relativo a los puestos de churros, ya que llegó a plantearse su eliminación de la vía pública. Sin embargo, la ordenanza tuvo en cuenta finalmente este tipo de negocios y de hecho se plantea la instalación de uno nuevo en la Glorieta Amadora, según la relación de emplazamientos que ha realizado Urbanismo. Además de mantener los quioscos de jeringos, la Gerencia de Urbanismo también decidió que continuara la actividad de los quioscos para la venta de palomitas ubicados en la plaza de las Tendillas y Bulevar con su actual configuración aunque tendrán que adaptarse a la normativa de accesibilidad que se establece en la normativa.

La mayoría de los nuevos negocios que se plantean están centrados en la venta de golosinas, aunque también se contemplan tres quioscos de prensa, uno en la calle Escritos Mercado Solís, otro en la avenida Menéndez Pidal y el último en la avenida de América esquina con Mozárabes. También se ha dado el visto bueno a dos puestos de flores que puede compartir actividad con la venta de arropías. Uno estará situado en la avenida del Zafiro esquina con la calle Rubí y otro en Acera del Río en la intersección con Acera San Julián, en el Campo de la Verdad.

Los nuevos emplazamientos se han decidido teniendo en cuenta cuestiones de "armonía" con el entorno urbanístico, así como otros criterios relacionados con la viabilidad y rentabilidad económica o la proximidad a grandes superficies.

Por otra parte, la Gerencia también aprobó ayer iniciar los trámites para la recuperación de la parcela del canal, una cuestión que se incluyó en el orden del día del anterior consejo a principios de mes pero finalmente fue retirada. En el expediente se pone de manifiesto que la empresa adjudicataria de la parcela no ha incurrido en ninguna "culpabilidad" sino que el requerimiento del suelo se debe puramente a cuestiones económicas por la imposibilidad de desarrollar el proyecto. Así, se ha aprobado la resolución del contrato de concesión de obra pública que mantenía con dos constructoras para la construcción junto al canal del Guadalmellato. El solar es de titularidad municipal y se había establecido una concesión por 40 años a cambio de un canon. Urbanismo alega que se han incumplido "los plazos parciales y totales fijados y las obligaciones esenciales del contrato" que se remonta a 2008. La empresa había previsto un gran complejo de ocio en la zona del Brillante.