La cebolla es uno de esos alimentos que suele generar opiniones extremas: o la amas o la odias. Sin embargo, hay algo en lo que todos estamos de acuerdo: nos hace llorar y cortar llorando es un fastidio. Así que  una de nuestra mayores preguntas es ¿por qué nos hace llorar?

La ciencia nos ofrece una explicación clara de por qué ocurre. El secreto detrás de la capacidad de la cebolla para hacernos llorar radica en su composición química. Las cebollas contienen compuestos sulfurados que son liberados cuando cortamos o trituramos el bulbo. Cuando estas células se dañan, liberan gas sulfénico, que interactúa con las glándulas lacrimales en nuestros ojos, estimulándolas para producir lágrimas. Las lágrimas actúan como un enjuague para eliminar los irritantes y proteger nuestros ojos de daños mayores.

¿Cómo podemos evitar llorar al cortar cebollas? Es probablemente la pregunta más repetida y a las redes sociales no se les escapa. A continuación, te presentamos una recopilación de los trucos más populares con la esperanza de que puedas encontrar uno que funcione para ti. 

Congelar la cebolla

Un truco comúnmente visto es colocar la cebolla en el congelador durante unos 5 a 20 minutos antes de cortarla. Se cree que este proceso ayuda a neutralizar el ácido sulfúrico en la cebolla, reduciendo así la irritación de los ojos al mínimo.

Sumergirla en agua

Otro método popular es sumergir la cebolla en agua antes de comenzar a cortarla. Gracias a sumergirla, se reduce la cantidad de compuestos químicos irritantes que se liberan al aire durante el proceso de corte. Esto ayuda a disminuir la irritación en los ojos y nos permite no derramar ni una lágrima. 

Cortar con un cuchillo afilado

Un cuchillo afilado es una herramienta valiosa en la cocina por muchas razones, y evitar las lágrimas al cortar cebollas es una de ellas. Al usar un cuchillo bien afilado, se pueden obtener cortes más limpios y precisos, lo que reduce el daño a las células de la cebolla y, en consecuencia, la cantidad de compuestos irritantes liberados. Si no disponemos de un afilador a mano, aquí va un sencillo truco. Para afilar rápidamente nuestros cuchillos utiliza la base de una taza de cerámica. 

Papel de cocina al cortar

Un truco ingenioso y probablemente, el que causa más revuelo, implica humedecer un trozo de papel de cocina y colocarlo cerca de donde sitúes la tabla de cortar la cebolla. El razonamiento detrás del truco viene porque los componentes irritantes liberados por la cebolla tienden a dirigirse hacia la fuente de agua más cercana. Al colocar el papel de cocina húmedo cerca, estos compuestos se verán atraídos hacia él en lugar de llegar a tus ojos. Evitando así llorar. 

Para la próxima receta que lleve cebolla ya no tendrás que preocuparte por llorar. Ya sea congelando la cebolla, sumergiéndola en agua, utilizando un cuchillo afilado o colocando papel de cocina humedecido cerca, hay opciones para todos los gustos. Prepara sin miedo cualquier plato y pon en práctica estos trucos. ¡Tus ojos te lo agradecerán!