Todos, al menos una vez, nos hemos enfadado con nuestras sartenes. Puede que no haya peor sensación que prepararte tu comida y ver que se está pegando toda a la sartén. Aquella masa que pretendía ser tortitas, acabó siendo un revuelto. Le empezamos a dar vueltas y vueltas. Pensamos en tirarla, pero luego nos acordamos que está casi nueva y vaya pena tirarla… 

Ya no solo que se nos pegue la comida, solo pensar en limpiar la sartén nos agota. Todos esos trozos de comida que se aferran fuertemente a la superficie y resisten todos nuestros intentos de ser removidos. ¿Qué tal si te digo que hay un truco simple que puede salvar tu sartén y convertirla en una superficie antiadherente nuevamente?

La causa de este horror radica en la falta de una superficie antiadherente efectiva en la sartén. Con el tiempo y el uso repetido, el revestimiento antiadherente de las sartenes se desgasta. Especialmente si se utilizan utensilios metálicos o se someten a temperaturas muy altas. Antes de tirar la toalla y deshacerte de tu sartén, considera probar este truco simple que puede devolverle su antigua gloria.

Para revivir tu sartén solo necesitarás la sartén en cuestión y sal. Antes de comenzar, asegúrate de que la sartén esté completamente seca. Luego, esparce una capa abundante de sal en el fondo de la sartén, cubriendo toda la superficie de manera uniforme. Ponla a calentar a fuego medio y deja que se caliente gradualmente junto con la sal esparcida sobre ella.

A medida que la sartén se calienta, la sal comenzará a tostarse lentamente. Esto se evidenciará por un cambio de color en la sal, que pasará de blanco a un tono ligeramente dorado amarronado. Ten mucho cuidado y vigila constantemente para que la sal no se queme. Ve removiendo mientras que se va tostando. 

Una vez que la sal esté tostada, apaga el fuego y deja que la sartén se enfríe por completo. Luego, retira la sal tostada y limpia la sartén con un paño suave o papel de cocina para eliminar cualquier residuo de sal. Por último, ten en cuenta que esta sal no puede ser reutilizada para ninguna comida. 

Este truco de la sal es una solución ingeniosa y económica para salvar nuestras sartenes y ampliar un poquito más su vida útil. Aunque, sí una sartén es insalvable, es insalvable. Existen algunos consejos que podemos aplicar en el día a día para cuidarlas algo mejor. 

Uno de los consejos más importantes es lavar los utensilios de cocina a mano siempre que sea posible, utilizando detergentes suaves y evitando el lavavajillas ya que puede desgastar el revestimiento. Además, almacenar los utensilios de cocina en un lugar seco y bien ventilado también puede ayudar a prevenir la oxidación y el deterioro prematuro. 

Así que sabes, no vuelvas a echar aceite innecesario a la sartén con tal de que no se te pegue. Con un poco de cuidado y creatividad, podemos extender la vida útil de nuestros utensilios de cocina y continuar deleitándonos con deliciosas creaciones.