Cómic

Los niños de la noche

  • ¿Qué ocurre cuando un grupo de peculiares chavales conoce su verdadera naturaleza, algo muy oscuro que anida en su interior?

Detalle de la portada.

Detalle de la portada.

Una ciudad desierta, los altos edificios se han convertido en el mudo retrato de un mundo en que la población, o al menos la gran mayoría de ésta, ha desaparecido.Pero además de las ratas, que pululan aquí y allá entre las ruinas, en este lugar hay vida cuando el sol se esconde en el horizonte.

Desperezándose, algunos hambrientos, otros con las innatas e infantiles ganas de jugar, voces de niños desplazan el silencio que hasta entonces reinaba en el lugar. Ellos son los habitantes de la urbe.

Pero, ¿quiénes son estos chavales?

Romie, Yui, Lucas, Ronnie, Raymond, Billy, Bats y Vickie son sus nombres. Llevan mucho tiempo juntos, se conocen entre ellos a la perfección. Desde la silente Romie, que recorre con sus lápices de colores la superficie de los edificios, dejando una indeleble huella en ellos; pasando por Lucas que, sentado en los lugares más inesperados, rasguea su guitarra, componiendo canciones que olvida con la llegada de una nueva noche; o los rufianes del grupo, Ronnie y Raymond, dos hermanos gemelos cuya única aspiración en la vida es la de divertirse y cometer gamberradas…

Las hojas del calendario han ido cayendo, de manera imperceptible, y ellos se han convertido en una extraña y desestructurada familia, a la que los adultos, antes de marcharse para siempre, dejaron unas normas para que las cumplieran a rajatabla. La más importante era que no salieran de los límites de la ciudad, ese mundo que conocían al dedillo. Siempre han obedecido las reglas.

Pero claro, nada dura para siempre.

Acostumbrados a alimentarse de los roedores, la visión de un hombre atrapado, indefenso y sangrante, hará que algo despierte en el interior de algunos de los niños, abriéndose un telón, una nueva realidad para muchos de ellos, que van a comprender cuál es su verdadera y letal condición. Ese extraño regalo que hace muchos años, un extraño les hizo todos y cada uno de ellos.

El camino de los protagonistas se va a cruzar con el de una niña ‘normal’, Laura, que buscando a su desaparecido padre, se interna en la desierta ciudad, y va a conocer a algunos de sus peculiares habitantes. Este hecho hará que la balanza se desequilibre, y la relación entre el grupo de niños comience a fracturares. Unos la defenderán con uñas y dientes, pero otros han cambiado y ya no hay marcha atrás.

La sangre llama.

El dúo creativo, de viejos conocidos, formado por Jeff Lemire y Dustin Nguyen se vuelve a reunir tras el tremendo éxito de las sagas de ciencia ficción y fantasía Descender y Ascender (publicada en nuestro país por Astiberri), y en esta ocasión nos transportan a un mundo oscuro, poblado por las criaturas de la noche, cada una con una comportamiento y personalidad muy marcados, de los que conoceremos, a base de flashbacks, sus orígenes, sitos en diferentes puntos del planeta, y cómo se transformaron en esos ‘Pequeños monstruos’.

La genialidad a la que ya nos tiene acostumbrados el guionista canadiense hace que, con pocas pinceladas, nos enganchemos a las peripecias de estos personajes, que tan solo acaban de empezar.

Los que ya conozcáis la obra de Dustin Nguyen habréis admirado sus colores, esa paleta digital tan personal, con una acuarelas que convierten todas y cada una de sus viñetas en obras de arte a admirar.

Pero en esta ocasión, el apartado gráfico es muy diferente, y adecuado para el tono de la historia, ya que es en blanco y negro, inundado de grises, y con esporádicas y acertadas apariciones del color, lo que hace que estos momentos sean mucho más impactantes (es plano aéreo de la ciudad, ‘decorada’ por Romie, es genial y a la vez espeluznante).

¿Qué ocurrirá cuando al grupo de niños deje atrás la inocencia infantil, dejando salir al exterior al monstruo sediento de sangre que llevan dentro?

El volumen se completa con la particular visión que un grupo de dibujantes tiene de los protagonistas, con una galería de portadas alternativas.

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