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¿A quién no le gusta comerse una buena croqueta casera? Desde las más tradicionales de cocido, jamón o ternera, hasta las de leche cruda de oveja, solomillo al Pedro Ximénez o incluso de plátano y galleta Oreo. En Córdoba hay infinidad de restaurantes y comercios donde sirven las croquetas más cremosas e innovadoras con recetas que se mantienen durante años y que siguen siendo el secreto del éxito. Aunque para muchos, las que más desean son las que les hace su abuela, para conmemora el Día Internacional de la Croqueta ofrecemos 17 establecimientos donde degustar las más deliciosas.
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En un entorno privilegiado, en pleno corazón de la Judería, Julián Polo ofrece uno de los crujientes bocados más exquisitos de toda Córdoba. Se trata de las croquetas de leche cruda de oveja y cecina que sirven en La Albahaca y que son toda una seña de identidad del restaurante. Con productos de la comarca de Los Pedroches, como la leche de Covap en crudo, hacen la masa casera que va terminada con queso de Caraveruela y cecina picada para aportarle sabor. Luego, frita en panko japonés, consiguen una deliciosa masa líquida muy trabajada y un suave frito sobre el que colocan un crujiente de queso parmesano. Además, en este establecimiento también suelen contar con otra especialidad como la croqueta de cordero lechal asado con avellana y salsa agridulce de piquillo cocinado a baja temperatura. Un gozo para cualquier paladar. Calle Velázquez Bosco, 1.
Almodóvar del Rió también tiene fama por las croquetas y el culpable es este restaurante que abrió sus puertas en 1940 y ya va por su tercera generación al frente. Son de gran tamaño, esponjosas, con un frito muy sutil y de receta tradicional a base de harina, aceite de oliva, sal, nuez moscada, pimienta y leche entera. De jamón, pollo, merluza y huevo duro integrados en una bechamel cremosa bajo una fritura perfecta cocinada entre 170 y 180 grados, este famoso manjar es todo un icono de la gastronomía cordobesa. Ángel Sánchez, actual dueño del negocio, apuesta por continuar con la tradicional receta familiar de Ricardo, tío de sus padres, que tanto éxito le ha dado y que ha permitido que sus croquetas sean las más populares de la provincia. Calle Benito Pérez Galdós, 1.
Croquetas de siempre con taquitos de jamón. Así presenta este restaurante que abrió sus puertas en 2017 de manos de Javier Campos a sus deliciosos bocados que conforman uno de los platos más queridos por los clientes junto a su significativo y casero pisto. La clave para lograr el exquisito sabor y la textura semilíquida de estos pequeños manjares está en, como asegura el jefe de cocina Manuel Gómez, su particular y elaborado avío: la mitad del caldo del cocido con la mitad de leche, más mantequilla y aceite de oliva de la tierra. Una mezcla que, añadida sobre ella la harina, la carne bien picada, nuez moscada y jamón, conforman esta maravillosa receta de cocina tradicional. En un entorno histórico entre columnas y patios, resulta imprescindible saborear este manjar para el paladar que se te deshace en la boca. Calle Candelaria, 2.
Las croquetas de leche de oveja de este establecimiento que lleva desde marzo de 2019 sirviendo las recetas tradicionales de la forma más vanguardista en Córdoba son de las más reconocidas de España, puesto que quedaron finalistas en el Madrid Fusión que otorga el premio a la mejor croqueta del país. El truco de este bocado perfecto lo tiene el chef paco Villar en sus manos. Con leche de oveja de Caraveruela, sal, pimienta, mantequilla, harina y panko elabora un crujiente manjar de textura cremosa y bechamel suave con sabor fuerte a lácteo que se deshace sutilmente en la boca. Un espectacular producto casero que aguarda la clave del éxito en que está hecha con un 40% de grasa natural. Calle Rigoberta Menchú, 2.
Este establecimiento ubicado en el barrio de Noreña abrió sus puertas en abril de 2021, pero ya es todo un referente gastronómico de la ciudad. Una de sus señas más características está en sus croquetas, conocidas por muchos por su gran tamaño y excelente sabor creado entre la receta más casera y elaborada del grupo La Carbonería. Maxi Parreiro, el cocinero de La Oveja Negra, prepara la bechamel con caldo del guiso en vez de leche y, ese es el gran secreto del éxito, además de la interesante variedad que ofrecen: rabo de toro, cáscara de jamón, erizo, sepia en su tinta y berenjena con queso brie y sémola de amapola. Todo un festín de cremosidad 100% casero que es el emblema del establecimiento. Avenida Isla Fuerteventura, 60.
Abierto en diciembre 2017 por María José Nevado en el barrio conocido como Nuevo Zoco, el surtido de croquetas de El Aura es uno de los aperitivos más deseados por los consumidores. La clave reside en que la bechamel está en su punto exacto y eso le aporta cremosidad. Hecha con caldo, leche y mucho cariño, esta receta personal de la también chef María José es todo un sueño para los amantes de las croquetas, pues, en este restaurante, cada semana cambian su surtido entre sabores tan peculiares y clásicos como torreznos, morcilla, rabo de toro, calamares en su tinta, chorizo o jamón. Además, sirven también el croquetón de puchero, que resulta irresistible para abrir boca. Avenida del Aeropuerto, 50.
Pepe Salamanca, chef y dueño de este tradicional establecimiento que lleva al servicio de los cordobeses desde febrero de 1998, lo tiene claro. La clave está en que la croqueta tenga una bechamel ligera con tropezones y un empanado fino y crujiente. Así es como en La Cazuela de la Espartería logran elaborar estos bocados tan significativos que sirven de muchos sabores: de cocido hechas con el avío del puchero; de salmón aprovechando el fumet de las raspas; de la más rica morcilla; y de carrillada ibérica a partir del guiso de este plato tan típico y querido por los clientes. Con productos de la mejor calidad, en surtido o de manera individual, en este restaurante mantienen una receta impecable que lo convierte en todo un icono de la gastronomía cordobesa. Además, para quien desea probar más tipos, en Cuaresma las tienen de bacalao. Calle Rodríguez Marín, 16.
Este asador comenzó a servir a domicilio en 2004 sus famosos pollos asados y croquetas caseras como las de jamón o pollo. Sin embargo, con el paso de los años y gracias a la creatividad de Dominique, madre del actual dueño del establecimiento, Francisco Aguilar, sirven hasta 15 tipos diferentes de este bocado tan querido y solicitado que llega a formar colas a las puertas del asador. De jamón, panceta, morcilla, chorizo, queso, salmón, atún, pollo, gambas, espinacas, queso de cabra con bacon y cebolla caramelizada son los sabores que venden en este establecimiento. Pero todavía faltan los más curiosos, que son las croquetas de plátano, manzana, chocolate y galleta Oreo. Suena extraño, pero son ideales como postre y llevan azúcar en la bechamel. Toda una innovación que a la que cada día se suma más amantes de la croqueta. Pasaje Isla Sálvora, 2.
Este establecimiento es ideal para todo aquel que se considere un amante de las croquetas. En la Cigala del Sur, Valentín López sirve hasta 10 tipos diferentes: de rabo de toro; de jamón; de solomillo al Pedro Ximenez; de setas; de salmón con cabrales; de bacalao; de merluza y gambas; de espinacas, pollo y pasas; de mousse de morcilla; y de queso roquefort. Con una buena bechamel hecha de manera artesanal, con mucho cariño y con productos de primera calidad, la cremosidad y el sabor intenso en cada bocado es lo más característico de estos expertos de las frituras que, al igual que con sus famosos y enormes flamenquines, sirven mucha variedad para que cada día los clientes puedan degustar una grata sorpresa diferente. Avenida Virgen de los Dolores, 10.
A partir de la receta más confidencial, en este restaurante crean las croquetas más deliciosas y atrevidas. Como comenta el encargado del negocio, Antonio Gómez, la Risqueta es la más querida por los clientes. Rellena de arroz negro con tinta de calamar y ali oli, es el producto más sibarita y toda una seña de identidad del local. Eso sí, también ofrecen otros bocados espectaculares como las de lomito ibérico, las de jamón ibérico y, dependiendo de la semana, de rabo de toro o gambas al ajillo. Con productos de calidad y una bechamel suave y que se derrite en boca, en Sibarita Fussion convierten este alimento que a todos gusta en una experiencia gastronómica innovadora. Avenida de la Libertad, 6.
En pleno corazón de Ciudad Jardín, esta taberna es todo un clásico de la gastronomía de Córdoba y sus croquetas no pasan ni mucho menos desapercibidas. Y es que, es uno de los bocados más deseados por sus clientes, que tienen hasta cuatro tipos diferentes para degustar. Las típicas de jamón, las de rabo de toro aprovechando el guiso cordobés, las de bacalao y las más curiosas, de araña. Con una receta tradicional y un género de máxima calidad, son de las que se abren y se derriten. En definitiva, un manjar de cremosidad que elaboran José Luis Salcedo y Pedro Salcedo, quienes conforman la cuarta generación de este icónico establecimiento que lleva abierto desde 1967. Calle Rodolfo Gil, 4.
Este establecimiento es todo un clásico de la gastronomía cordobesa entre sus platos tradicionales y los más innovadores. Por supuesto, uno de los aperitivos más queridos son sus croquetas de jamón ibérico que siempre están en carta para abrir el apetito con un deliciosos bocado. La clave de su primorosa cremosidad está en la receta artesanal y en que lleva productos de máxima calidad. Con leche, nata y caldo del puchero para proporcionar un mejor sabor, algo de aceite de oliva y mantequilla, Antonio Jiménez crea una bocado fluido, ligero y crujiente que flota en boca. Pero además de esta sabor clásico, en La Montillana siempre sorprenden con sus sugerencias fuera de carta y para este fin de semana del Día Mundial de la Croqueta tienen preparada la de queso azul y nueces y las clásicas de puchero. Toda una exquisitez que no se puede dejar escapar. Calle San Álvaro, 5.
En manos del chef Paco López, este establecimiento es todo un clásico de Córdoba por sus platos de cuchara tradicional con toques creativos y de vanguardia. Eso sí, entre su amplia gama gastronómica, las croquetas son de lo más solicitado. Las elaboran de ternera con mahonesa gracias a la receta familiar que Paco mantiene desde que abrió el restaurante en 2006. La clave está en lograr su punto para que el frito sea fino y crujiente, con una buena proporción de harina y una buena mano en la cocina. Un conjunto de factores que logran la perfección en forma de croqueta. Calle Arroyo de San Lorenzo, 2.
Empleando de la mejor forma posible la cocina de aprovechamiento, en este establecimiento que lleva 51 años ofreciendo la mejor calidad hostelera a sus clientes elaboran un excepcional surtido de croquetas que es de lo más demandado. Las más famosas son las caseras de gambas blancas auténticas, aunque las de rabo de todo aprovechando el guiso de este plato cordobés también sorprenden a muchos por esa jugosidad que le aporta la bechamel tan trabajada de la receta tradicional de Manoli, la tía de Pepe Pérez, dueño de la taberna. La de carrillada con piñones también es también una de las genialidades de este restaurante que empezó siendo una bodega de vinos y que a día de hoy es un punto de encuentro referente en Ciudad Jardín. Calle Maestro Priego López, 12.
Hasta seis tipos de deliciosas croquetas diferentes sirven en este establecimiento que abrió sus puertas en 1991 a pocos minutos de Córdoba y cerca de lugares tan emblemáticos e ideales para hacer senderismo como el arroyo Bejarano o los baños de Popea. Las típicas de jamón, las tradicionales de rabo de toro, del aprovechamiento del guiso de sus tacos de venado para hacer croquetas de venado en salsa de almendra y setas, de corvina, de exquisito lechón o las más famosas de arroz negro con ali oli. Un amplio abanico de crujientes bocados sin lactosa (excepto la de arroz negro con ali oli) en pleno corazón de Santa María de Trassierra que aguarda el secreto de su cremosidad en la receta que ha pasado de generación en generación y que ahora pone en práctica Sergio Peña y Rafi Cuenca. Kilómetro 8, Calle Santa María de Trassierra.
Una buena croqueta casera es la base de una buena cocina y eso queda demostrado en este restaurante que abrió sus puertas en 2011. En El Envero las hacen de jamón ibérico y son uno de sus platos más queridos por los comensales. La clave de su receta está en la roux elaborada a partir del caldo del cocido, la leche, el jamón, el pollo, la cebolla, la mantequilla, la harina tostada y un toque de aceite de oliva. Un cómputo de productos de primera calidad que crean una croqueta ligera en boca, cremosa y con un frito muy fino que no falla y es ideal para abrir el apetito. Calle Teruel, 21.
Desde el barrio de Poniente a todos los hogares de Córdoba. Así funciona este establecimiento de comida para llevar que desde abril de 2020 lleva creando las mejores recetas para ofrecer productos de lo más innovadores a sus clientes. Por supuesto, sus croquetas no iban a ser menos, y combinan lo mejor de la cremosidad de su bechamel con la cocina fusión. En E-Bento recorren la gastronomía más llamativa de España y la convierten en croqueta: de cabrales y pasas, de txuleta de sidrería y de chistorra asturiana son las que tienen en carta, aunque van cambiando cada seis meses. Una combinación de productos ideal para aquellos que se atreven con sabores rompedores. Avenida Lagartijo, 2.
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