El Huerto

Pasión cofrade en San Francisco

  • Centenares de fieles se dan cita en el Compás y en la calle San Fernando durante la salida.

La calle San Fernando es sin duda alguna uno de los lugares más emblemáticos de la semana santa cordobesa, y qué mejor manera de que sea estrenada cada año con una cofradía del barrio. Pasadas las 18:00, se abrieron las puertas de la Parroquia San Francisco y San Eulogio, que fue declarada Monumento Histórico Artístico en la década de los ochenta, abonándose así a la larga lista del patrimonio cordobés que durante la Semana Santa habla por sí mismo, y se encarga de recordarnos lo sublime de una ciudad que brilla con luz propia.

Con bastante puntualidad, la cruz de guía cincelada en alpaca de esta cofradía apareció por el tramo final de San Fernando pasadas las 18:45. La también conocida como calle de La Feria se encontraba atestada, los bares estaban llenos y los balcones repletos de personas que disfrutaban del cortejo con cierta comodidad.

"Avísame cuando venga el Cristo", decía una de las personas mientras se sentaba sobre la acera y sufría en su propia cintura las consecuencias de estar a pie muerto. La cruz de guía tuvo que parar unos minutos al final de San Fernando para esperar a que la hermandad de Las Penas pasara por carrera oficial.

Tras la espera, finalmente, el olivo del primero de los tres pasos de esta hermandad se dejó ver en la calle San Fernando, bajo los magníficos sones de la banda de cornetas y tambores Cristo de la Elevación, con la que la cofradía ya había debutado por primera vez durante la celebración del Vía Crucis Magno. Por fin, una vez que el paso de Oración remontó la costosa cuesta de la calle San Fernando, el bullicio y el griterío cesaron. El expresivo rostro de Jesús de la Oración en el Huerto enmudeció a la muchedumbre. Hay algo de especial en la mirada de la obra anónima del XVII que cautiva a los presentes. El paso sobrio y elegante de unos costaleros que se adecuan perfectamente a las marchas de Elevación conforman una miscelánea indescriptible. Tras el primer paso, el Señor Amarrado a la Columna prosiguió su andar solemne, bajo la interpretación musical de la asociación Juan Modeho de Montoro y exornado con flores rojas.

El último de los tres pasos, María Santísima de la Candelaria, volvió a lucir -este año con nueva saya- con la elegancia que la caracteriza, bajo las ordenes del capataz Luis Miguel Carrión, Curro, que este año ha sido designado cofrade ejemplar.

"Luego venimos al encierro", dice uno de los vecinos del barrio que incluso llegó a soltar algunas lágrimas cuando pasó por su lado el misterio de Jesús de la Oración en el Huerto. Para eso todavía faltarían más de cuatro horas, en las que el cortejo volvió a llenar las calles y discurrió por algunos puntos espectaculares como Deanes o la Catedral. Un año más, regresa la pasión cofrade al barrio de San Francisco.

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