Hacía mucho tiempo que los embalses cordobeses no presentaban un nivel de agua como el actual a estas alturas de la primavera. Esto es posible por la bonanza climatológica que se está dando en la provincia, traducida en precipitaciones intensas como las de las últimos diez días, que han dejado los pantanos con unas reservas de casi 1.200 hectómetros cúbicos de agua, o lo que es lo mismo, con 354 hectómetros más de líquido que hace un año, que es la cantidad necesaria para llenar en su totalidad las presas del Arenoso, Guadalmellato y Sierra Boyera, y aún sobrarían algunos hectómetros más de agua. Esta comparativa revela lo ya anunciado por entidades públicas y privadas ligadas a la Cuenca del Guadalquivir sobre que el consumo humano está más que garantizado para al menos tres años y que los regantes podrán tener una dotación suficiente como para sacar adelante sus cosechas.

Otro ejemplo del alza de los embalses cordobeses es Iznájar, el mayor pantano de Andalucía con 981 hectómetros cúbicos de capacidad y la gran referencia a la hora de analizar el estado de las reservas hídricas, ya que del gran lago andaluz se surte todo el Sur de Córdoba y parte de la provincia de Málaga. Hace unos meses, las orillas de este embalse presentaban una imagen y un aroma más propias de un desierto que de una zona en la que son habituales las actividades náuticas. De hecho, Iznájar guarda a día de hoy 135 hectómetros más de agua que hace un año y se sitúa casi al 40% con 391 hectómetros cúbicos de agua, según las última medición realizada por los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua.

En cuanto al resto de embalses de la provincia, el Arenoso -que ha sido el último construido- almacena ya 54,6 hectómetros, con lo que se coloca al 32,7% de sus posibilidades, mientras que el Bembézar supera los 214 hectómetros (62,5%). Otro embalse estratégico es el del Guadalmellato, del que se abastecen el núcleo urbano de Córdoba. En la actualidad está casi el 76% de su capacidad con 111 hectómetros, de manera que el suministro a la capital está más que asegurado para los próximos años. En cuanto a otros embalses importantes de Córdoba, La Breña roza ya los 68 hectómetros cúbicos de líquido y San Rafael de Navallana supera los 124 y está al 79,6%.

En la zona Norte de la provincia, Sierra Boyera se encuentra al 75% de su capacidad con 30 hectómetros, mientras que Puente Nuevo sigue siendo el embalse que porcentualmente menos agua almacena (20,7%) con 58,5 hectómetros. Por su parte, el Yeguas supera ya el centenar de hectómetros y alcanza el 44%.

A nivel de cuenca, el estado de los embalses cordobeses es importante no sólo por la capacidad de almacenamiento, sino por la situación geográfica de muchas de sus presas, que son determinantes para la regulación o para el consumo humano y agrario. La cuenca del Guadalquivir tiene unas posibilidades de 7.077 hectómetros cúbicos, de los que el 35,6% están en suelo cordobés, muy por encima de la capacidad de provincias como Granada, Huelva o Sevilla. Sólo Jaén (2.457 hectómetros) presenta números similares a los de Córdoba, según los datos de la Agencia Andaluza del Agua.

A día de ayer, los embalses que tienen su cabecera en la provincia se encontraban al 47,34% de su capacidad, un 0,51% más que hace una semana y un 14,04% más que hace un año.