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El juez acusa a los presuntos violadores de Pamplona de otro caso en Los Pedroches

  • Cuatro de los cinco procesados por el suceso en los Sanfermines se enfrentan ahora a una acusación por abusos sexuales a una joven de 21 años en una localidad pedrocheña en mayo.

El titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Pamplona, que lleva el caso de la supuesta violación cometida por cinco hombres a una chica durante la fiestas de San Fermín, ve indicios de que cuatro de los procesados abusaron sexualmente de otra chica de 21 años sólo dos meses antes en una localidad de Los Pedroches. Según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), el magistrado ha acordado remitir la investigación a los Juzgados de Pozoblanco, partido judicial al que pertenece la localidad en la que tuvieron lugar los hechos, si bien no se especifica el municipio donde se llevaron a cabo.

En su resolución, el juez considera que existen indicios "acreditados" de que A. J. C. E. ofreció a la chica acompañarla a su casa en coche, donde nada más entrar y sentarse en el asiento del copiloto "cayó en un estado de profunda inconsciencia". En el mismo vehículo también entraron tres de los acusados (A. A. P. M., J. E. D. y A. M. G. E.) y mientras uno de ellos conducía, "todos le tocaban los pechos" y A. J. C. E. le besaba en la boca "riéndose" todos de la víctima. El auto añade que después llevaron a la mujer hasta la localidad de Pozoblanco, donde se despertó "completamente desnuda en el asiento de atrás" con la ropa que llevaba y las medias rotas. La joven, prosigue el magistrado en el auto, se vistió y se colocó de nuevo en el asiento del copiloto, momento en el que A. J. C. E. le pidió "que le hiciera una felación", ante la negativa de ésta, el acusado le golpeó "dos veces en la cara y otra en el brazo" para seguidamente empujarla fuera del vehículo e insultarla.

Durante los supuestos abusos en el interior del vehículo, J. A. P. M. grabó parte de los tocamientos con el móvil de otro acusado, algo que también habrían hecho durante el suceso de los Sanfermines. De esta forma, explica el magistrado en su auto, se crearon dos archivos de vídeo, uno de ellos compartido en un chat de Whatsapp denominado Manada donde se referían después a la víctima como Bella Durmiente. Además, desde esa misma conversación, el investigado J. A. P. M. difundió el vídeo hacia otro chat que tenía el nombre de Peligro, donde participaba A. B. F, el quinto procesado por los sucesos en Pamplona.

Por todo ello, el magistrado recuerda en el auto que estos delitos están tipificados en el Código Penal, por lo que a los cuatro primeros se les acusa de sendos delitos de abuso sexual e imputa a A. J. C. E. de un delito más, en este caso de lesiones.

El magistrado detalla en su escrito, por otra parte, que la joven denunciante describió durante su relato de los hechos que la inconsciencia que notó fue "repentina en el mismo momento de introducirse en el turismo". Esto, unido a que los acusados se refirieran a la víctima como Bella Durmiente y que en el citado chat Peligro empezaron a mencionar la posible utilización de burundanga, llevan al magistrado a hablar de "abusos sexuales no consentidos". Sobre la citada droga, se trata de un alcaloide escopolamina o hioscina que actúa como depresor de las terminaciones nerviosas y del cerebro y que ha sido detectada en ataques sexuales. El supuesto uso de esta sustancia, razona el juez, explicaría la referencia posterior en otro chat (Veranito) por parte de A. B. F. "a la voluntad de llevar para el viaje de Pamplona burundanga".

En el auto se expone que para la concreción de los hechos y la valoración de los índices de criminalidad se ha tenido en cuenta el relato de la víctima en su denuncia, el "clarísimo contenido" de los archivos de vídeo, las fotografías que la chica hizo de las lesiones sufridas, la comunicación del suceso a terceros y los datos obrantes en el atestado presentado por la Brigada de Delitos contra las Personas de la Policía Foral de Navarra.

Por otra parte, la abogada Carmen Sala renunció ayer a la defensa de dos de los cinco procesados "por discrepancias con el modo en que realizan y van a realizar la defensa el resto de los abogados que trabajan" en el caso, con despacho en Sevilla.

"No estoy conforme con las continuas manifestaciones de los otros abogados en los medios de comunicación, que a mi entender fomentan un juicio paralelo", explicó la letrada, al tiempo que añadió que discrepa también con el contenido de las manifestaciones que realizan "por entender que no benefician a los clientes". Sala recordó que asumió la defensa mientras estaba de guardia en turno de oficio cuando ocurrieron los hechos de Pamplona y que, desde entonces, su posición ante un asunto de violencia de género ha sido "hacer una defensa técnica, jurídica y respetuosa con todas las partes, y por supuesto ausente de posicionamientos machistas", sentenció la abogada.

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