La única representante de Ganemos en el Palacio de la Merced, María de los Ángeles Aguilera, llegó a la institución provincial con el afán de cambiar la gestión desde dentro y dejar la impronta de las formaciones emergentes en el día a día de la casa palacio. Y lo cierto es que estos nuevos aires recorren ya los largos pasillos del antiguo convento de la Merced, aunque no siempre con los resultados esperados.

Antológicos son ya los debates generados en el plenario por algunas de las proposiciones defendidas por Aguilera, como la que pretendía borrar de la provincia la celebración de circos con animales. La trifulca se convirtió en un careo entre taurinos y antitaurinos que llenó el salón de plenos de aficionados y matadores, entre ellos Finito de Córdoba. Al final, la moción fue rechazada por PSOE, PP y Ciudadanos tras algunas de las intervenciones más enconadas y recalcitrantes nunca vistas en la casa palacio.

Igual de visceral fue el debate que generó la propuesta de Ganemos para sustituir el agua embotellada en las sesiones plenarias y encuentros organizados por la Diputación por agua del grifo. La medida también fue rechazada por los diputados tras un debate extensísimo que rozó lo extravagante y en el que se escucharon argumentos en contra como que la institución tendría que comprar un lavavajillas e incluso contratar y formar empleados. Sí ha conseguido la agrupación de electores que los diputados impriman sus folios a doble cara, con el consiguiente ahorro de papel pretendido.

En este tiempo, sin embargo, no todo han sido símbolos. Ganemos ha logrado arrancar al cogobierno el compromiso para la creación de la nueva oficina de intermediación hipotecaria, que ha sido aprobada pero que todavía no se ha puesto en funcionamiento.