La residencia El Sauce volvió a abrir sus puertas en el día de ayer tras dar por finalizados los trabajos de rehabilitación y acondicionamiento de sus instalaciones, que se han prolongado durante tres meses tras las últimas inundaciones. La directora de la asociación que la gestiona, Estrella Aguilera, señaló que las actuaciones han tenido un coste aproximado de 100.000 euros, cubiertos íntegramente por la empresa aseguradora, y han contemplado la reparación de todo lo dañado: armarios, camas, colchones y mobiliario. Aguilera agradeció la colaboración de empresas lucentinas y de particulares con donaciones.

Desde ayer, la actividad de esta residencia privada vuelve a la normalidad, aunque el número de usuarios se ha visto reducido de 21 a 5. La presidenta explicó que los inquilinos se trasladaron todos a la residencia lucentina Luz de Aras y ahora volverán quienes lo deseen, como ha sido en el caso de cuatro a los que se ha sumado uno nuevo. Por su parte, de los diez trabajadores que tuvieron que ser despedidos durante el tiempo que ha permanecido cerrado el edificio, "volvemos a contratar a tres y, según vaya incrementando el número de residentes, irá incrementando el número de trabajadores".

De otro lado, el equipo directivo del centro también se ha modificado. Hasta el momento de las inundaciones que provocaron el desalojo de las instalaciones el pasado 7 de septiembre, El Sauce estaba gestionado por una sociedad limitada. A partir de ahora, lo gestiona directamente la propia Asociación El Sauce y la intención es "pasar a ser una fundación, para que el trabajo que comenzamos hace 17 años perdure a pesar de los cambios directivos", un objetivo que se encuentra ya en trámites de ejecución. "Nuestra intención es que vuelva a ser una casa hogar para enfermos mentales. Somos uno de los centros más económicos de la provincia y de la comunidad autónoma, con una cuota mensual de 1.218 euros y cuyo fin no es lucrarse, porque hemos tenido siempre la filosofía de que encima de mantener una enfermedad como ésta, que es difícil de convivir con ella, no puede ser que por no tener recursos económicos no tengas donde estar", defendió Aguilera.

La presidenta de El Sauce incidió en las causas que provocaron las inundaciones, debidas a la mala canalización realizada por el Consistorio, e inacabada. La tubería que se realizó para evacuar el agua proveniente de la Sierrezuela tiene un diámetro de entrada de dos metros y medio y de salida, de metro y medio, por lo que se produce un embudo que conlleva la aparición de tapones que no permite la evacuación del agua. "Había 18 metros obstruidos y el agua no tenía salida. Por eso derribó el muro de contención y esto se convirtió en una piscina, con el riesgo humano que corrimos las 24 personas aquí presentes en ese momento", lamentó Aguilera.

La rehabilitación completa de esta obra va contemplada en el presupuesto municipal del Ayuntamiento para 2016, aunque todavía no está aprobado. "Agradecería a todos los partidos políticos que se pongan de acuerdo para que sea una obra prioritaria, porque hay vidas que corren riesgo. Ahora se ha hecho una actuación de emergencia por parte del Consistorio que nos tranquiliza para futuras tormentas, pero necesita una actuación en profundidad que asciende a los 240.000 euros", unos trabajos que también beneficiarían a los empresarios afectados de la zona.