Sin alumnos y sin perspectiva de empezar las clases. Así permanecen el Consorcio Escuela de la Madera de Encinas Reales (Cemer) y el de la Joyería de Córdoba capital, que deberían haber iniciado su actividad formativa el pasado martes, 1 de septiembre, pero que se mantienen cerrados de manera "indefinida" debido a la falta de financiación de la Junta de Andalucía, según denunciaron ayer los trabajadores.

La plantilla del Cemer está formada por 26 personas, entre el equipo directivo, el cuerpo docente y la administración; todos llevan sin cobrar desde hace nueve meses, recordaron ayer. Y la perspectiva, al menos a corto plazo, no es buena -advirtieron- por la "dejadez" de la Administración autónomica, a la que acusaron de provocar una "situación insostenible".

La plantilla en su totalidadse incorporó a su puesto de trabajo el día 1 pese a sus condiciones laborales "poco deseables". La queja no se refiere sólo al retraso de las nóminas o a que el centro "carece de acciones formativas, que son la clave del trabajo diario". La plantilla se refirió ayer a la "incertidumbre y el malestar por el trato recibido", así como a "la carencia, por falta de fondos, de condiciones de seguridad, higiene y salubridad".

No es la primera vez que el Cemer se ve afectado por este tipo de situación. El centro ya sufrió "circunstancias similares" en el curso anterior, de forma que las clases empezaron en enero en lugar de en septiembre. "En cambio, el resto de formación reglada perteneciente a la Consejería de Educación sí inicia en estos días su curso lectivo, situación que no se produce en el Cemer", compararon.

La plantilla se quejó de que, incluso, no ha podido realizar una selección de los 120 alumnos que anualmente siguen las clases. Y ello no por falta de interés, ya que -aseguraron- la lista de espera es de 180 personas. "Los agentes sociales, además, reclaman asesoramiento, cubrir puestos de trabajo y colaborar en proyectos de innovación con una entidad que a lo largo de más de 20 años de trayectoria se ha consolidado como referente no sólo nacional, sino internacional, gracias a numerosos proyectos que hoy por hoy le es imposible ejecutar", denunciaron.

Mientras tanto, esta infraestructura, equipada para la formación de profesionales altamente cualificados, "se deteriora por desuso y falta de mantenimiento", y los "jóvenes desempleados que intentar labrarse un futuro aprendiendo una profesión dentro de un sector potente y que necesita de savia nueva para resurgir acaban, en muchos casos, optando por otras alternativas por prorrogarse el inicio de las acciones formativas que demandan".

La plantilla insistió en el "desamparo" que sufre y en la sensación de "agonía constante". "Éste es el resumen de una situación dramática provocada por la Junta de Andalucía, que lejos de apoyar y fomentar una entidad como el Cemer, centro de referencia nacional, sigue sin resolver este caos provocado por la no ejecución de sus funciones, dando al traste con la imagen y el prestigio ganado a base de trabajo y resultados", sentenció la plantilla.

La Delegación de Educación, competente en la materia, fue consultada ayer por El Día sobre esta situación sin obtener una respuesta. En Córdoba capital, tampoco el Consorcio Escuela de Joyería ha iniciado su curso académico; en este caso, la Junta de Andalucía adeuda las nóminas desde el mes de mayo. "La situación es desesperada, desde el punto de vista económico y moral", advirtió la delegada de personal, María Dolores Ansio. El Consorcio Escuela de Joyería mantiene en nómina a 12 trabajadores, que forman cada curso a más de 200 alumnos, aunque tampoco en este caso Educación ha dado orden para abrir el plazo de solicitudes.

Las aulas se mantienen vacías y, como ocurre en Encinas Reales, tampoco hay perspectiva de iniciar el curso. Con todo, los trabajadores mantienen cierta actividad, asesorando a exalumnos a poner en marcha empresas o colaborando en diferentes iniciativas, como la exposición que puede verse estos días en el Museo Arqueológico sobre los 700 años de fundación de la Sinagoga. Es la cuarta vez -advirtió Ansio- en que la Junta de Andalucía acumula impagos.