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Hallada un área del siglo IV antes de Cristo anexa al Cerro de la Merced

  • La cuarta campaña de excavaciones se extenderá hasta el próximo 31 de julio La base de los estudios actuales se centra en indagar sobre el asentamiento que pudo situarse

La cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento íbero del Cerro de la Merced, ubicado en el término municipal de Cabra, ya ha comenzado. Se trata de una cita que ya se viene haciendo habitual y que, tanto por la importancia de los restos hallados como lo destacado del equipo que coordina, la investigación despierta el interés de toda la comunidad arqueológica europea que observa en este punto de la comarca de la Subbética uno de los mejores testimonios de cómo vivieron y se comportaron las poblaciones íberas en la península entre los siglos IV al I antes de Cristo. El alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), y el nuevo edil de Cultura y Patrimonio, José Luis Arrabal, realizaron ayer una visita al campo de trabajo que fue guiada por el director de la excavación, el catedrático de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Quesada, y contó con la presencia del inspector de la Junta, Alejandro Ibáñez.

Entre las últimas novedades extraídas de la investigación el equipo ha descubierto una nueva zona anexa a lo ya excavado de datación anterior, donde han aparecido una serie de restos como "un escudo ibérico que se está restaurando en estos momentos, puntas de lanza, fíbulas de bronce que nos están llevando al siglo IV antes de Cristo", apuntó el director, que definió estos nuevos hallazgos como "sorpresas maravillosas".

El regidor, por su parte, mostró su admiración por el trabajo que se realiza en este lugar que puede convertirse en uno de los puntos de mayor interés patrimonial del municipio, y por ende, en referencia para toda la comarca de la Subbética. "Hace cuatro años nos marcamos el reto de recuperar y poner en valor este importante patrimonio arqueológico e histórico egabrense", comentó Priego, que volvió a manifestar su compromiso con la continuación del proyecto durante el presente mandato.

El yacimiento íbero del Cerro de la Merced está compuesto por una fortificación con muros de entre cuatro y cinco metros de espesor que pudo haberse edificado sobre un originario asentamiento datado en la Edad de Bronce. Según las teorías que maneja el equipo, este altozano pudo haber servido en torno al siglo IV antes de Cristo para albergar un monumento visible desde el valle como muestra de la dominación de algún personaje poderoso sobre el lugar, una encrucijada de caminos providencial para las comunicaciones y la economía de la zona, algo que se refrenda con la nueva zona encontrada.

La base de los estudios actuales se centra en indagar sobre el asentamiento que pudo situarse en el Cerro de la Merced dos siglos más tarde, todo ello a raíz de una serie de estancias detectadas en el interior del recinto y conectadas a un patio que dejan entrever una importante actividad económica en este asentamiento donde se transformaban alimentos, se hilaba, tejía y donde hubo una actividad de control de territorio por parte algún personaje importante que regía en el lugar.

Los trabajos de esta cuarta fase de excavaciones en el yacimiento íbero del Cerro de la Merced se suman a la campaña que realizará también durante el mes de julio un equipo científico de la Universidad tinerfeña de La Laguna para investigar un nuevo yacimiento hallado de manera fortuita el pasado mes de mayo en un olivar ubicado en la zona norte del término municipal egabrense. Según los primeros indicios podría tratarse de una cueva artificial datada inicialmente en el Neolítico (en torno a 2.600 años a. C.) en cuyo interior se podría encontrar un enterramiento colectivo. Este descubrimiento entronca con otros yacimientos andaluces del mismo periodo como el Torcal de Antequera (Málaga) o la Necrópolis de los Algarbes en Tarifa (Cádiz), circunstancia que podría incrementar el conocimiento sobre estas poblaciones prehistóricas.

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