Provincia

Luto para la Soledad

  • La cofradía celebra el 450 aniversario de su fundación

Lucena ha estado inmersa este fin de semana en la celebración de la XLI Convivencia Nacional de Hermandades de la Soledad, una actividad contemplada en el calendario de conmemoración del 450 aniversario fundacional de la Cofradía de María Santísima de la Soledad lucentina. Los actos concluyeron ayer con la Santería de la Dolorosa del Sábado Santo a cargo del manijero Alfonso Gálvez y su cuadrilla, que portaron sobre sus hombros a la imagen desde San Mateo hasta la parroquia de Santiago. Una procesión solemne que contó con la presencia de los manijeros que han portado a la Virgen a lo largo de los años; los distintos hermanos de cofradías de toda España, así como miembros representantes de casi todas las cofradías de Pasión y Gloria de Lucena. La Soledad partió pasadas las 19:00 de San Mateo en su trono y, como es habitual, vestida de ese implacable luto que remarca el pesar de su rostro cargado de dolor. La acompañaron en su recorrido la Agrupación Musical La Santa Cruz de Benamejí y la Sociedad Didáctico-Musical Banda de Música de Lucena.

Desde entonces, Nuestra Señora de la Soledad recibe de nuevo las plegarias de los muchos devotos que tiene en Lucena desde su barrio, de donde tuvo que partir el pasado viernes para celebrar todas las actividades en San Mateo, una parroquia más espaciosa y confortable a la hora de recibir a los casi 900 invitados que participaban de esta convivencia nacional y que representaron prácticamente a la totalidad de cofradías de la Soledad que existen a lo largo de la geografía española -entre ellas las de Aranjuez, Oviedo, Salamanca y muchas de toda Andalucía- y que se contabilizan en 207.

Las actividades comenzaron el pasado viernes con el traslado de La Soledad a San Mateo, un traslado intimista en la forma, pero no en la realidad ya que la cofradía se encontró totalmente amparada por los lucentinos que abarrotaron las calles a su paso. Para esta ocasión, la Virgen fue portada en andas cedidas por la cofradía del Santísimo Cristo del Amor y alabada por los cánticos que realizaron los Campanilleros de Benamejí.

Fue el sábado cuando se realizó formalmente la recepción de las diferentes hermandades. Tras ello, se celebró una merienda en el Círculo Lucentino, donde presidía la reunión la talla y el trono de la Soledad, en este caso, el que se pasea en la Semana Santa infantil lucentina. La jornada de convivencia continuó con la propuesta realizada por la Delegación de Turismo que ofreció a los visitantes una visita turística guiada a través de la parroquia de Santiago, el Palacio de los Condes de Santa Ana, el Castillo del Moral y la Casa Museo de la Virgen de Araceli.

La actividad continuó, en la tarde del sábado, a cargo ya de Carmen Franco que pregonó las labores sociales, culturales, religiosas, pero sobre todo, solidarias que realiza la Cofradía de la Soledad en Lucena. Tampoco olvidó con sus palabras los dolores de María y la devoción que la ciudad le profesa. Franco fue presentada por Antonio Díaz, presidente de la Agrupación de Cofradías de Lucena.

Ayer domingo, además de la procesión extraordinaria, San Mateo acogió la ponencia denominada Dolor realizada por el escritor de novela histórica y párroco de Alange (Badajoz), Jesús Sánchez Adalid. Un acto en el que estuvieron presentes todas las personalidades políticas, sociales y culturales de la ciudad. Tras ello se celebró una solemne pontifical oficiada por el vicario general de la Diócesis de Córdoba, Francisco Orozco.

Un fin de semana santero que ha trasladado a la ciudad a un especial Sábado Santo en el que la Soledad lucentina es dueña y señora de las calles y que brinda así un especial homenaje a esa cofradía de empaque, una de las más antiguas junto con la de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

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