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Las trabas de la Junta paralizan las investigaciones en la Cueva del Ángel

  • Algunos de los investigadores se han ido del yacimiento ante la falta de permisos y el jefe de la excavación, Miguel Barroso, considera "catastrófico" el retraso en la documentación

El jefe de excavación de la Cueva y Sima del Ángel de Lucena, Cecilio Barroso, afirmó ayer que la Junta de Andalucía ha puesto trabas de carácter administrativo al desarrollo de los trabajos de investigación en el yacimiento. Así, durante este verano se esperaba iniciar el estudio de los restos hallados durante las excavaciones de 2013, cuando se encontraron restos humanos correspondientes a la Edad del Bronce -1.800 a 900 antes de Cristo- y de la Edad de Cobre -entre 2.500 y 1.800 antes de Cristo-. Para ello se solicitó en mayo los permisos necesarios para iniciar dicho estudio. Sin embargo, a mediados de julio aún no se ha recibido este ansiado permiso, lo que ha provocado que algunos de los expertos internacionales que se habían desplazado hasta la ciudad para participar de forma altruista en estos trabajos de investigación se hayan tenido que ir. Esta situación supondrá la búsqueda de nueva financiación y más trabajo para tratar de conseguir que esos especialistas, ya de nuevo en sus países de origen, puedan volver en su tiempo libre y concluir el trabajo que no se ha podido realizar hasta ahora.

Barroso reconoció que el retraso de los permisos de la Junta ha resultado "catastrófico" para el avance en este yacimiento, que en 2013 colocaba a Lucena en el punto de mira de la historia de la humanidad gracias a la recuperación de más de 800 restos de una época muy importante en la que se dio el cambio del Paleolítico Inferior al Paleolítico Medio y los prolegómenos de la aparición del hombre Neanderthal.

Además de informar sobre los retrasos en el estudio de los restos encontrados, el jefe de excavación del yacimiento lucentino reconoció que la fundación creada para llevar a cabo la investigación ha tenido que reconvertirse con el fin de adoptar un carácter más territorial y regional. Según Barroso, la Fundación de Cueva y Sima del Ángel era "demasiado localista", lo que les ha supuesto serias dificultades a la hora de contar con el apoyo de grandes empresas de fuera de la ciudad. A raíz del cambio de estrategias se modifican, por lo tanto, los términos y se pasa a denominar bajo el nombre de Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, centrado en principio en Lucena, aunque existen ya perspectivas de trabajar también en el extranjero en zonas del norte de África y del centro de Europa.

La financiación de las empresas privadas es fundamental para este proyecto desde que con el inicio de la crisis la Junta de Andalucía suspendiera las ayudas al estudio de los diferentes yacimientos que existen en la comunidad autónoma. Por esta razón, los especialistas que estudian los restos encontrados en Lucena se financian a través de los 7.000 euros que destina el Ayuntamiento lucentino, 7.500 euros que aporta la fundación y unos 500 euros que ha cedido la empresa Carrefour Lucena en productos de alimentación para los trabajadores de esta Cueva y Sima del Ángel. Entre los objetivos de esta nueva fundación se encuentra el crear un centro de investigación exclusivamente del Cuaternario. Por otro lado, las líneas de actuación también irán encaminadas a la potenciación de estos periodos antiguos de la humanidad y a la formación de estudiantes y profesionales a través de cursos de formación de carácter internacional que en un futuro podrían aspirar a ser máster propios de la fundación o de alguna universidad. Barroso informó de que ya se ha diseñado un curso que comenzará mañana y que reunirá a distintos profesionales europeos para hablar sobre la época cuaternaria.

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