Zuheros Proyecto de mejora turística en el yacimiento

700 pasos de historia

  • La Cueva de los Murciélagos ofrece ya al visitante una nueva perspectiva de sus galerías gracias al cambio en los sistemas de iluminación

Los operarios de la firma sustituyen la actual iluminación de la cavidad

"Estamos ante el yacimiento del Neolítico más importante de Andalucía". La frase impresiona al oírla, sobre todo si vienen de un arqueólogo, Luis Guzmán, encargado de supervisar los trabajos de mejora que se están realizando en la Cueva de los Murciélagos de Zuheros, uno de los monumentos naturales más destacados de la región y un atractivo turístico de primer orden en la comarca de la Subbética y en la provincia de Córdoba.

Guzmán inspecciona puntualmente un proyecto muy ambicioso en la cavidad y que, una vez que concluya, permitirá al visitante obtener una visión diferente de la Cueva de los Murciélagos respecto a lo que se conoce hasta ahora. Todo es tan sencillo, o tan complejo, según se mire, como instalar un nuevo sistema de iluminación en el yacimiento. Así, la idea es la de sustituir "la luz amarilla de siempre" por la de los nuevos sistemas denominados LED, mucho más económicos en cuanto a consumo y de color blanco. Lo que aparentemente no tendría mayor relevancia en otros monumentos, en la Cueva de los Murciélagos se ha convertido en algo extraordinario. "Estamos acostumbrados al impacto que nos produce un determinado tipo de luz y nos hace ver el interior de una manera, algo que ha cambiado ahora con el sistema LED, ya que la luz blanca nos brinda otro concepto nuevo y una visión diferente de los que es la cavidad", explica el arqueólogo en una de las zonas en la que los operarios realizan la compleja tarea de sustituir unas luminarias por otras.

Mientras, la alcaldesa de Zuheros, Manuel Romero, asiente con la cabeza a todo lo que explica Luis Guzmán. Además de ser la primera autoridad municipal, muy pocos vecinos de Zuheros conocen mejor la Cueva de los Murciélagos que su alcaldesa, ya que durante muchos años ha sido una de las guías turística de este enclave y conoce perfectamente cada uno de sus rincones, puesto que los ha recorrido y acariciado día tras día.

Es ella la que mejor conoce también el contenido de este peculiar proyecto de iluminación de la cueva, que supondrá un desembolso económico de unos 154.000 euros y que financian tanto la Diputación (40.000 euros), el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de la Subbética -con 53.000 euros- y el propio Ayuntamiento de Zuheros, que es consciente de que el futuro del sector turístico de este municipio enclavado en el corazón de las Sierras Subbética depende en gran medida de los visitantes que acuden a la Cueva casi a diario.

Descender hasta las entrañas del yacimiento siguiendo las explicaciones de Luis Guzmán y de Manuela Romero es todo una experiencia. Desde un primer momento saben transmitir la importancia histórica de este espacio, del que dicen de forma insistente que se trata de un monumento "vivo". Entre escalón y escalón, ambos señalan hacia el lugar en el que un operario apenas dispone de espacio para moverse mientras instala el nuevo sistema de iluminación en la zona más discreta posible, a la par que resaltan la labor que la empresa cordobesa Apinel está desarrollando para mejorar la imagen de cada una de las galerías.

Otras cuestiones técnicas que exponen los arqueólogos son, por ejemplo, que el consumo de energía eléctrica se reduce sensiblemente, de manera que se pasa de los 50.000 vatios que se registran con el sistema antiguo a los apenas 4.000 del LED.

En principio, la idea del Ayuntamiento de Zuheros es que la nueva iluminación esté terminada para el mes de mayo y, "cuando llegue ese momento, podremos decir que la visión de la Cueva de los Murciélagos será totalmente distinta, porque el efecto de esa nueva luz sobre la piedra crea un nuevo espacio", narra orgullosa la alcaldesa de la localidad, quien reconoce que un proyecto de estas características es viable a día de hoy "porque hemos aprovechado las conducciones eléctricas ya existentes y que se fueron colocando en los años 80, cuando se empezó a trabajar para que la cueva fuera un espacio abierto al público". Sin embargo, no fue hasta 1991 cuando se pudo habilitar todas las infraestructuras indispensables para que los visitantes pudieran recorrer cada uno de los recovecos que ofrece este enclave único.

Además, hay otros aspectos que se mejoran con estas obras, como la eliminación de las algas que han ido apareciendo con el paso de los años en las zonas en las que estaban colocadas al antiguas luminarias de color amarillo, un problema que ahora quedará resuelto, según los promotores del proyecto, que pese al desarrollo de estos trabajos han mantenido la instalación abierta a los visitantes. Eso es posible gracias al trabajo incansable de Antonio Jesús Caballero, guía de la Cueva y que tan pronto conduce una excursión como se enfunda el mono de trabajo y colabora en los trabajos de mejora del monumento.

Con nueva o antigua iluminación, la bajada a la Cueva de los Murciélagos sigue siendo una experiencia única, de esas que no se olvidan. Las sensanciones son incluso mayores si en el recorrido de unos 50 minutos por cada uno de los pasillo se cuenta con las explicaciones de la alcaldesa, que se sabe de memoria los datos históricos que rodean a este refugio. Así, de manera muy didáctica narra que la primera noticia escrita de la cueva data de 1868, pero que no se exploró hasta 1938, en plena Guerra Civil. Es conocida por sus pinturas y por el importantísimo yacimiento arqueológico que contiene, habiéndose realizado en ella varias excavaciones que han puesto de manifiesto su valor para el conocimiento del Neolítico.

Pero antes de este período, la cavidad fue ocupada durante el Paleolítico Medio, hace más de 35.000 años, por el Hombre de Neanderthal, dejando en el interior restos de su industria lítica, llamada Musteriense, y de los animales cazados. También se ha documentado una ocupación por el Homo Sapiens Sapiens, anatómicamente moderno, durante el denominado Paleolítico Superior. Junto a útiles líticos, se han localizado en las paredes de la zona del vestíbulo figuras grabadas de diferentes animales, formas indeterminadas y un considerable número de trazos, cuenta minuciosamente Manuela Romero.

La cueva tiene gran importancia también por esas pinturas, de las que destacan las representaciones de cabras, muy esquematizadas pero muy claras, y que son únicas en la actualidad, a las que se suman un ídolo oculado y varias figuras humanas, todas pintadas durante el Neolítico y el Calcolítico. En el fondo de la Sala de las Formaciones se conserva además un enterramiento, al que a día de hoy no se puede acceder. El cadáver pertenece a una mujer y fue depositado cuidadosamente en un gour (antiguo charco). Aparece tendido boca arriba de cintura hacia el cráneo, mientras que las piernas fueron flexionadas hacia la derecha.

Todos esos datos históricos realzan aún más el recorrido por la Cueva de los Murciélagos, sobre todo cuando el visitante repara en que desde la entrada al yacimiento se baja a una profundidad de algo más de 63 metros y que el camino de ida y vuelta se ejecuta después de pisar unos 700 escalones, 700 pasos que han hecho de este enclave histórico uno de los espacios naturales con más demanda y por el que pasan unos 16.000 visitantes al año. 700 razones, al fin y al cabo, para conocer Zuheros.

Antonio Jesús Caballero junto a la alcaldesa de Zuheros, Manuela Romero, y el responsable de la obra .

Algunos de los pasos

habilitados para las visitas son realmente estrechos

Las pintura son uno de los

atractivos de este

yacimiento del Neolítico.

Recorrido por una de las galerías de la Cueva de los Murciélagos.

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