puerto del calatraveño

El Cercanías continúa sin parada

  • IU emprende una nueva campaña de movilizaciones y protestas para reclamar la puesta en marcha de un servicio ferroviario que una la provincia desde Villa del Río hasta Palma del Río

LA alcaldesa de Almodóvar del Río, María Sierra Luque (IU), tira también de recuerdos de su niñez a la hora de defender la puesta en marcha de un tren de Cercanías que una su localidad con la de Palma del Río. El argumento que utiliza quizá se antoje demasiado pueril porque asegura que cuando era una niña, con 3 o 4 años, en su localidad "teníamos de todo, pero desde que pusieron el AVE estamos incomunicados". A pesar de los beneficios que ha reportado la entrada en circulación de la alta velocidad en el resto de España y el alivio para muchos pasajeros en cuanto a la reducción del tiempo en los viajes, lo que es bien cierto es que Almodóvar del Río se ha quedado en medio de las vías y el 2% de su término municipal está ocupado por infraestructuras ferroviarias. Inmersa en esta especie de encrucijada de líneas de tren, la localidad reclama una más que merecida salida al exterior, la entrada de aire de refresco que le permita, cuánto menos, llegar a la capital por tren y no tardar tres cuartos de hora por carretera en hacer 22 kilómetros, que es la distancia que separa la capital cordobesa de Almodóvar del Río.

La puesta en marcha de un servicio de Cercanías que una Palma del Río y Almodóvar del Río -a la postre localidades al Oeste y Este de la provincia y separadas por más de 110 kilómetros de distancia- sigue siendo una reivindicación razonable. No se puede entender que ciudades como Sevilla o Málaga tengan un servicio de Cercanías -al igual que capitales como Madrid o Barcelona- y Córdoba no. Hay que entender, eso sí, que su puesta en marcha también conllevaría un cambio en los hábitos culturales y las actuales tendencias de desplazamientos, forzadas a hacerlas en vehículos ante la falta de una red de trenes de Cercanía. No en vano, gran parte de la población está ya más que acostumbrada o resignada a hacer este tipo de viajes o trayectos cortos en coche. Lo tiene asumido y no tiene una segunda opción. Por ello, es más que razonable y entendible también que las administraciones implicadas -en este caso, ADIF- sopesen antes de la puesta en marcha la rentabilidad de uso.

Pero antes de que esto llegue incluso a ser posible hay que tener en cuenta una serie de factores. En primer lugar, el proyecto aparece aprobado en el Programa Operativo Feder en Andalucía para el periodo 2014-2020. Se trata de un documento que recoge la ejecución de nuevos tramos en la red ferroviaria de Andalucía, entre ellos, una inversión de siete millones de euros para el Cercanías cordobés (2014-2017). El problema es que, por el momento, nadie en la Junta de Andalucía -entidad que tiene que ejecutar su desarrollo- no sabe nada al respecto y sólo hay buena predisposición. Otro de los factores a tener en cuenta es la presión social que va a iniciar IU, que no descarta llegar a cortar las vías, en un claro y alto acto de llamada de atención para intentar mostrar la necesidad de que de una vez por todas se ponga en marcha el Cercanías. El tercer factor que no hay que olvidar es el hecho de que el Grupo de Desarrollo Rural (GDR) del Medio Guadalquivir es el principal impulsor de esta iniciativa desde hace casi dos décadas y en ello sigue empeñado. Tanto, que la propuesta de un Cercanías en Córdoba ya cuenta con el apoyo -qué menos- de la propia Confederación de Empresarios (CECO), la Universidad de Córdoba, el Ayuntamiento de la capital y el de los municipios beneficiarios de su puesta en marcha. No en vano, los beneficios que reportaría a todas estas localidades son numerosos, empezando desde una mayor movilidad para sus vecinos, pasando por el desarrollo económico que podría generar y por qué no, también evitaría la emisión de dióxido de carmona a costa de los vehículos.

La última institución en incorporarse en esta defensa ha sido el Parlamento de Andalucía gracias, eso sí, a IU y su proposición no de ley al respecto que se ha aprobado esta misma semana y que ha contado con el apoyo unánime de todos los grupos, salvo en uno de sus puntos, en el que el PP se abstuvo. Pero vayamos por partes. La propuesta reclama al Ministerio de Fomento a que en el menor plazo de tiempo posible adapte las vías y los apeaderos de los municipios por los que pasaría el Cercanías, y también a que disponga de los trenes y trabajadores necesarios para prestar este servicio. La iniciativa incluye tres acuerdos y el primero de ellos es el que demanda inversión para poner en marcha el proyecto, una solicitud que ya ha hecho el GDR al Gobierno central y a la Junta. En segundo punto fue en el que el PP se abstuvo después de que el resto de grupos no aceptara una enmienda en la que proponía que se realizara un estudio de costes porque consideran que alargaría los plazos y que el estudio no es necesario. El tercer eje, acordado por unanimidad, pide la construcción de un apeadero en Almodóvar del Río para que sus vecinos puedan disfrutar de este servicio de transporte público.

Demandas hechas, proyecto con parte de financiación y respaldo más que garantizado. Lo único que queda realmente es que las administraciones implicadas se pongan de una vez por todas manos a la obra y que por fin un vecino de Palma del Río pueda coger un tren y llegar a Villa del Río sin problema alguno.

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