El escritor Pedro Tébar realizó ayer una defensa de la cultura tradicional de Los Pedroches y de la necesidad de disponer de medios para su conservación durante la recepción del III Premio Solienses, que le fue concedido a su libro de relatos Canción de la madre del agua (Editorial Renacimiento) como mejor obra publicada por un autor del Valle de Los Pedroche durante el año pasado. El narrador, nacido en Villanueva de Córdoba en 1943 y residente en la capital, reivindicó así a su comarca natal como "un espacio mítico" en el que el escritor "no tiene que inventar nada" sino únicamente bucear "hacia atrás" en las tradiciones para caminar desde ahí hacia el futuro y "la modernidad".

La entrega del premio Solienses, que consiste en una réplica de un arado romano y promueve Antonio Merino a través del blog del mismo nombre, se desarrolló en el Convento de la Concepción de la localidad de Pedroche, un bello edificio del siglo XVI en cuyo compás se citaron desde el Premio Príncipe Asturias de las Letras y Reina Sofía de Poesía Pablo García Baena hasta los dos autores que antecedieron a Tébar en las ediciones anteriores del premio Solienses: Juana Castro y Alejandro López Andrada. Asimismo, acudieron numerosos políticos y profesores, además de autores cordobeses afincados en la zona norte de la provincia como J.J. Pérez Zarco o Francisco Onieva.

En su discurso, Tébar abundó en la riqueza cultural y literaria del Valle de los Pedroches y comparó a esta zona con la comarca extremeña de Las Hurdes, olvidada durante años y en la que Luis Buñuel rodó en 1932 uno de los documentales más impactantes de la historia de la cinematografía española. El escritor jarote recordó en ese sentido la importancia que tuvieron en una "tierra de arrieros" como es la comarca vallesana algunos espacios como ventas y posadas a la hora de transmitir de generación en generación las anécdotas que él convierte en leyendas en su Canción de la madre del agua, una compilación de relatos cortos con la que ya había ganado anteriormente el Premio Generación del 27 que concede la Diputación de Málaga.

Además de Tébar, también intervinieron en la entrega del galardón el alcalde de Pedroche, Santiago Ruiz, y Tedodora López, miembro del jurado que concedió el galardón a Tébar en una terna que completaban el poemario Los lugares comunes, de Francisco Onieva, y la novela de intriga La púrpura negra, del narrador de Hinojosa del Duque Luis Murillo. El promotor del premio, Antonio Merino, aprovechó por su parte su intervención para abogar por el entendimiento de las personas que tienen pensamientos encontrados y por la fraternidad entre las gentes que son amantes de la cultura de la comarca de Los Pedroches.