Cultura

Un arte llamado cómic

  • La Fundación Telefónica presenta en el Centro Botí una exposición que muestra la inspiración que la pintura ha supuesto para el mundo del tebeo

Más de 60 autores lanzan una mirada desde la viñeta hacia la pintura en El arte en el cómic, exposición producida por la Fundación Telefónica que puede contemplarse hasta el 27 de noviembre en el Centro de Arte Rafael Botí, comisariada por Asier Mensuro.

Procedente de Madrid y Gijón, la muestra llega a Córdoba gracias a la Delegación de Juventud del Ayuntamiento y la Casa de la Juventud, dentro de las V Jornadas Te-Beo en la calle.

La exposición ofrece una selección de ejemplos en los que el cómic ha tomado préstamos de algunas obras icónicas de la historia del arte, la mayor parte de las veces con un sentido de homenaje. Se estructura en dos grandes ámbitos. El primero se ocupa de la relación existente entre los grandes centros de arte y el cómic. Así, se expone el trabajo que desarrollan los museos parisinos del Louvre y Orsay junto a la editorial Futuropolis, con autores como Catherine Meurisse, Manuele Fior, Enki Bilal o David Prudhomme.

Junto a ellos, un cómic de Miguel Ángel Martín, Mitos del pop, editado por el Museo Thyssen-Bornemisza, y otro de Edmond Baudoin, Dalí, que vio la luz gracias al Centro Georges Pompidou.

También se incluye en esta sección un acercamiento a la colección de arte de la Fundación Telefónica, que para la ocasión ha encargado versiones de sus obras más preciadas a Javier Olivares y Santiago García, Juan Berrio y Mamen Moreu, entre otros.

El segundo ámbito exhibe el trabajo de diversos autores que en sus historietas contemplan guiños al mundo de la pintura, tanto del panorama nacional como del internacional. Así, se exponen obras de Milo Manara, Arthur Suydam, Luis García, Teresa Valero, Gin o Clément Oubrerie.

El comisario subraya que se ha querido destacar el trabajo de algunos cordobeses de proyección internacional, añadiendo algunas piezas que no se han visto en otras sedes de la exposición y que se ocupan de la relación existente entre la pintura y el cómic. Así, se incluyen dos portadas de las colecciones de cómic norteamericanas Doktor Sleepless y Crossed One Hundred, ambas dibujadas por Raúlo Cáceres, donde se realizan homenajes a los cuadros La fuente (1856), de Jean-Auguste-Dominique Ingres, Hombre de Vitruvio (1487), de Leonardo da Vinci, y El beso (1907-1908), de Gustav Klimt.

Otro autor cordobés presente es Andrés G. Leiva, que participa con dos planchas originales de Evelyn, en las que se rinde tributo a los lienzos Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del Oeste (1844), de Joseph Mallord William Turner, Puente de Londres (1906), de André Derain, y El Támesis abajo de Westminster (1871), de Claude Monet.

De este autor se agregan asimismo a la exposición una página del cómic Serie B y otra de Juana de Arco, en las que se plantean versiones libres de los cuadros El mundo de Cristina (1948), de Andrew Wyeth, y Esperanza I (1903), de Gustav Klimt.

En los últimos años los grandes centros de arte han tomado conciencia de la importancia del cómic. En 2005, Fabrice Douar, editor en el Museo del Louvre, y Sébastien Gnaedig, director editorial de Futuropolis, crearon una colección de cómics en los que el museo y sus colecciones de arte eran elementos centrales de la historia. Estos álbumes estaban dibujados y escritos por algunas de las figuras más importantes del cómic franco-belga y el japonés. En 2009 esta iniciativa se materializó en la exposición Le Louvre invite la bande dessinée, que inspiró a otros centros.

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