Como ganador del IV Concurso de Dirección Orquestal de la Orquesta de Córdoba, Salvador Vázquez Sánchez (Málaga, 1986) dirigirá el segundo concierto de la temporada de abono de la formación, el próximo jueves en el Gran Teatro. Actualmente es el director titular de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga.

-¿Qué ha supuesto para usted la experiencia del concurso y el primer premio? ¿Qué nivel encontró?

-El nivel en los concursos siempre es alto. La experiencia es importante porque para presentarte a un concurso te obligas a formarte y prepararte mucho más. El premio significa mucho para mí porque da la posibilidad de dirigir a las cuatro orquestas profesionales andaluzas y esto es una gran oportunidad, mejor incluso que un premio económico, porque al fin y al cabo, como director que intenta abrirse un camino, lo que me interesa es que me conozcan.

-¿Cómo es su visión del panorama orquestal andaluz?

-Hay muchísimo nivel. Está la Orquesta Joven de Andalucía, que en su registro es de las mejores que hay y que se traduce en la generación de profesionales. Las instituciones que apoyan a las orquestas profesionales tienen que reflexionar sobre el hecho de que necesitan grandes plantillas y que hay músicos para poder conformarlas. Si se ofertan estudios y se posibilita a los jóvenes hacer estas cosas hay que fomentar también que luego encuentren trabajo.

-¿Y de la de Córdoba en concreto?

-Tengo la visión del concurso. Me pareció una orquesta que respondió rapidísimo a todo, con un nivel maravilloso y con una gente que ayudaba todo el tiempo a todo lo que estaba haciendo. Hubo un gran feedback. Tiene un nivel muy bueno que hay que mantener.

-¿Cómo ve el panorama actual de oportunidades para los directores jóvenes como usted? ¿Cómo se plantea su trayectoria?

-Es difícil. Hay que hacer este tipo de cosas, concursos, estudiar mucho... No hay un camino determinado. Nunca sabes cuándo te va a venir una oportunidad. Yo de hecho me presenté a este concurso hace dos años. Nunca sabes cuáles son el momento y el sitio oportunos para estar. Yo soy ahora titular de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga y me gustaría seguir este camino, tener una medio estabilidad, ser invitado..., para esto hay que trabajar mucho y te tienen que conocer mucho, te lo tienes que labrar.

-El concierto del jueves arranca con la obertura de Ruy Blas de Mendelssohn. ¿Cómo define esta pieza?

-Está hecha para una obra de teatro de Victor Hugo y yo creo que cumple muy bien la función de obertura. En su estructura tiene unos temas muy específicos, está construida de tal forma que recuerdas los temas. Aquí Mendelssohn hizo una genialidad, y la compuso en tres días.

-Seguirá con el Concierto para violín y orquesta nº 1 de Bruch.

-No es una obra muy conocida por el gran público pero sí por los violinistas. Es uno de los conciertos románticos que más están en los atriles. Casa muy bien con el hilo del programa, con la obertura y con la sinfonía. Está construida de una manera muy curiosa: el primer momento enlaza con el segundo de una forma muy directa y esto hace que todo tenga una continuidad enorme. Como concierto romántico, es maravilloso.

-Y después del descanso, la Sinfonía nº 2 de Schubert.

-Entre todos los caminos de Schubert, es una obra de las más representativas, por la forma de construir: el tema del primer movimiento es semejante a Beethoven. Marca un camino importante en Schubert. Es, evidentemente, la joya del programa.

-¿Cómo ve la situación de los conservatorios en la comunidad autónoma?

-Hace ya algunos años que acabé y, sinceramente, me desligué un poco. No sé cómo está la situación en cuanto a plazas, pero sí que el nivel va subiendo y que cada vez hay más gente que estudia, lo cual es muy positivo. En Andalucía tenemos muchos superiores. Lo que yo veo es que cada vez hay más gente que estudia, más músicos, y que por tanto necesitamos más salidas para ofrecérselas a esta gente. Si creas cinco conservatorios en Andalucía, cuatro orquestas a mí ya me parecen pocas. Si se crean conservatorios hay que crear también salidas.