Arrabalaicamente arrancó ayer en la iglesia de la Magdalena la decimotercera edición de Cosmopoética, que hasta el 8 de octubre desplegará una agenda de alrededor de 110 actividades. Con Lenin y los surrealistas, Pemán y Dalí, la cárcel y la poesía Arrabal mantuvo la atención del público durante tres cuartos de hora en los que la figura central fue Tristan Tzara, el fundador del dadaísmo, a quien reivindicó como el "creador de la modernidad". Un concierto de Albert Pla en el mismo espacio completó el menú de la jornada inaugural.

Arrabal se remontó al Zúrich de la segunda década del siglo XX, donde Tzara, que "se definía como pequeño, imbécil, insignificante pero muy simpático", incendia la escena artística con su lenguaje revolucionario. "Parecía incapaz de hacer lo que hizo en el Cabaret Voltaire", señaló Arrabal, que fue presentado por Bruno Galindo. El público asiste al Cabaret Voltaire (por allí anduvo Lenin un tiempo) "con la esperanza de ver lo más extraordinario" de la mano de un rumano que se convierte en "el primer avatar de la modernidad". Por desgracia, "las autoridades han suprimido todo recuerdo" del mítico local.

Desde los pantanos dadaístas el ingenio y la memoria de Arrabal trazaron singulares rutas a partir de la certeza de que "sin confusión no podemos explicar nada". El autor de El cementerio de automóviles revisó la huella dadá en los surrealistas (que estaban entusiasmados con Tzara y sus manifiestos porque "con dadá podemos hacer todo en el arte y el amor, y además la moral no existe"), recordó su condena a cárcel por ultraje a la nación española ("¡Me tomaban en serio!") y la llamada de José María Pemán a su mujer para reconocerle que la petición de 12 años era excesiva, se declaró "orgulloso" de haberse "emborrachado" famosamente en un programa de televisión en 1989 "con una copa de chinchón" y para el final dejó una rotunda defensa de Dalí, que "era un verdadero genio" y "está siendo difamado hoy en día por todos ustedes". "Hoy en España", apuntó, "se dice que Dalí hizo la Guerra Civil con la derecha, pero era un trotskista total": fue "un revolucionario antes y durante la Guerra Civil" y "hasta el último momento estuvo contra el tirano". Y además "quiso encontrar las leyes del caos".

"Es imposible ser provocador, es una estupidez, cómo un hombre inteligente puede ser provocador", concluyó Arrabal, que precisó que ni Breton, "que no vivía ni el tercero ni en el segundo, sino entre los dos", ni Duchamp ni muchos otros a quienes se les adjudica el adjetivo y a los que él ha conocido lo fueron.

La jornada de hoy incluye siete citas, entre ellas una lectura de Macky Chuca y Rosa Berbel (Casa Góngora, 17:00), la presentación de las antologías La cuarta personal del plural, Fugitivos y Tras(lúcidas), con Vicente Luis Mora, Jesús Aguado y Marta López Vilar (sala Orive, 19:00), la acción poética Pepito Grillo, la voz de la conciencia (homenaje a Germán Coppini con Prin' La Lá y charla de Bruno Galindo, Juan Antonio Bernier y Fernando Vacas, sala Orive, 20:30) y una jam session con Macky Chuca y Marcos Lizano (pub O'Donoghue's, 22:30). La agenda se completa con el inicio del taller de poesía de Pablo García Casado, las exposiciones 12 poemas, 12 miradas (Colegio de Arquitectos) y Notas al margen (Fundación Antonio Gala) y la iniciativa Puntualidad poética (el reloj de las Tendillas se vuelve poético).