Cultura

La sala Puertanueva cerrará después de que Derecho pida la devolución del uso

  • La facultad pondrá un espacio de 'coworking' para ampliar los servicios a sus alumnos

Después de años de incertidumbre, parece ser que se ha tomado una decisión definitiva. La sala Puertanueva de la Facultad de Derecho, que anteriormente funcionó como zona de exposiciones y desde 2011 solo ha reabierto para cumplir su compromiso de acoger las muestras relativas al Premio Bienal Internacional de Fotografía Contemporánea Pilar Citoler, dejará finalmente de ser un espacio destinado al arte para convertirse en una sala más de trabajo para los alumnos de la facultad. La decisión ha sido tomada por la Junta de Centro de la Facultad de Derecho, que reclama para sí el uso de este habitáculo y pretende convertirlo en un espacio de coworking para el uso de los estudiantes una vez cese el convenio que mantiene la Universidad de Córdoba con la Fundación Botí, según confirmaron ayer fuentes de la Universidad de Córdoba.

La sala Puertanueva nació en el año 2004 por iniciativa de la Fundación de Artes Plásticas Rafael Botí -dependiente de la Diputación- y de la Universidad de Córdoba, que contemplaron la necesidad de dotar a la ciudad de un espacio para albergar exposiciones de arte contemporáneo. Los promotores del proyecto fueron yendo y viniendo a lo largo de los años que se mantuvo abierta, pasando por ella también la Fundación Cajasol. La última muestra que acogió fue la del artista jerezano José María Baez, en 2011, y desde entonces solo ha reabierto cada dos años de forma protocolaria para mostrar las obras reconocidas en la Bienal de Fotografía Pilar Citoler.

Tanto la Diputación como el Ayuntamiento de Córdoba han manifestado en los últimos años su interés por recuperar esta sala, propiedad de la Facultad de Derecho. El teniente de alcalde de Cultura en el Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, situaba a comienzos de este mismo año como una prioridad de su delegación para 2014 trabajar en la reapertura de este espacio, razón por la cual existía incluso una partida presupuestaria destinada a una posible colaboración con el resto de instituciones para lograr este fin. Tras años de inactividad, la Facutad ha decidido reclamarla para su uso educativo, con lo que se pone fin a la aventura expositiva de la sala Puertanueva, que queda relegada a la historia local de los proyectos culturales fracasados.

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