Cultura

Una visión moderna de los grandes maestros

  • El artista cordobés Antonio Villa-Toro inaugura en la Fundación Antonio Gala una exposición en la que reinterpreta retratos de célebres artistas

En el fondo de una sala la Gioconda mira de reojo a la Señora de Canals. Al lado, una princesa de Éboli coquetea con un sacerdote de El Fayum bajo la atenta mirada de una dama antigua japonesa. No se trata de una fantasía sino de Classical, la exposición que Antonio Villa-Toro inauguró ayer en la Fundación Antonio Gala.

Tras una etapa dedicado a la abstracción, el artista cordobés regresa a la figuración para tomar un respiro en su trabajo. El resultado ha sido una colección de retratos en los que reinterpreta a algunos de los grandes maestros de la pintura. Así, en sus cuadros aparece el Muchacho campesino y la Niña con sombrero de Modigliani, George Villiers y La Marquesa de Brígida Spinola de Rubens, Isabel Porcel de Goya o una Menina de Velázquez. Entre ellos y a la entrada de la sala da la bienvenida un retrato de Antonio Gala, que el escritor había visto "de pasada, sin fijarme bien para no deprimirme", a lo que Villa-Toro le contestó que es "el mejor que le han hecho". "Te he retratado como los grandes maestros impresionistas, y eso no lo ha conseguido nadie más que yo porque te conozco mejor que nadie", le reprochó el pintor.

Villa-Toro manifestó que la colección que ha traído a la Fundación Gala es "un paréntesis dentro de la obra que estoy haciendo que es abstracta", a la que lleva dedicado cinco años. Classical supone "un respiro de estética", un "paréntesis figurativo y he cogido de pretexto a los grandes maestros, un poco para no cansarme de la misma estética y un poco para reafirmarme en la técnica, para saber que sigo más o menos recordando lo que aprendí en la Escuela de Bellas Artes, que fue la disciplina clásica".

El pintor explicó que lleva unos años trabajando en grandes formatos para una colección que ha llamado El desierto y que está realizando con la técnica de abstracción matérica con arena de El Fayum mezclada con resinas y pigmentos. "La verdad es que no tiene que ver nada porque es una pintura casi conceptual", aclaró. Villa-Toro aseguró que no tenía previsto exponer la colección Classical "pero me lo pidió Antonio Gala, que es una de las personas que más quiero en el mundo, porque le gustó este homenaje a los grandes maestros".

Así, el Caballero de la mano en el pecho de El Greco, el Retrato de Vava de Chagall, la Muchacha oriental de Charles Landelle o un detalle de Las bodas de Caná de Giotto se mezclan en esta exposición con el Retrato de la Señora Canals de Picasso, La Gioconda de Leonardo da Vinci o La Fornarina de Rafael. La muestra estará abierta hasta el 1 de marzo en horario de visitas de lunes a viernes de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, y los sábados y domingos sólo por la mañana.

El artista aclaró que su estética es muy étnica porque se ha impregnado "de todas las culturas primitivas". En Classical ha "intentado cambiar de estética todas las pinturas de los grandes maestros que me han gustado toda la vida, desde Rafael a Leonardo, y llevarlas a la estética primitivista", a su terreno, algo "muy difícil pero yo soy muy valiente y no tengo miedo del ridículo", confesó. No es la primera vez que Villa-Toro expone en la Fundación Gala, lo que es "un pretexto para venir a Córdoba y tomarme una semana aquí".

Entre bromas cómplices, Gala explicó que conoce desde niño los cuadros de Villa-Toro y recordó que lo presentó "cuando se inauguró la sala del Canal de Isabel II". El escritor expuso que "debería haber sido pintor porque lo que más me gustaba era la pintura", a lo que Villa-Toro respondió que "menos mal que no pintaste porque sino nos hubiésemos tenido que retirar todos porque tú eres una fiera".

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