Lucas Vidal (Madrid, 1984), autor de música para películas como Mientras duermes, The raven o La fría luz del día, participa este año como profesor en el taller de Composición Audiovisual del Festival de Música de Cine. A pesar de su juventud, Vidal es una de las promesas de la composición para cine y además ha trabajado en temas para anuncios publicitarios, música para videojuegos y piezas para ballet. Del festival asegura que es "el más potente de música de cine de Europa" y es conocido entre los compositores de Los Ángeles, donde desarrolla su carrera.

-Desde hace algunos años vive fuera de España. ¿Hay que salir del país para hacerse un nombre?

-En Los Ángeles creo que sí es necesario estar porque allí están los contactos, los directores americanos... La industria española no es así. Hay casos como Alberto Iglesias, el dios de la música para cine, que vive aquí y hace películas desde aquí, pero eso es muy raro.

-¿Le ha abierto el camino salir fuera?

-Sí, ha sido una suerte aunque también tiene muchos sacrificios. Pero en fin, he sido afortunado por poder desarrollarme allí y desarrollar mi carrera.

-¿Qué nivel hay en España respecto a la composición?

-Hay mucho nivel, talento y mucha gente muy válida y muy buena que está haciendo cosas estupendas. En los talleres del Festival de Música de Cine he visto a gente con mucho talento.

-¿Qué países están a la cabeza en esta materia?

-Depende del talento de la persona más que del país, aunque sí es cierto que hay una buena escuela en EEUU y en Londres porque llevan mucho tiempo haciéndolo. En España ahora hay una camada de nuevos compositores que se están internacionalizando más. Hay que tener en cuenta que en EEUU es donde más películas se han hecho.

-¿Qué aspecto de la composición le gusta más: cine, publicidad, conciertos...?

-Cine y música para ballet. El cine porque suelen ser historias bonitas y puedo trabajar con orquesta. Normalmente cuando haces televisión o publicidad los supuestos son diferentes y tienes menos tiempo para hacer cosas, mientras que en cine puedes pensar más en lo que estás haciendo.

-¿Cómo se prepara para hacer un trabajo para cine?

-Trato de documentarme mucho de lo que va la película y los personajes y luego me pongo a ello y empiezo con temas principales y voy poco a poco.

-¿Qué momento vive esta disciplina?

-Uno muy bueno. Hay diferentes escuelas; estamos los que hacemos música más orquestal y también hay mucha música electrónica. Hay muchas películas que se están produciendo en EEUU. En el cine español sí es cierto que ha habido un bajón considerable por el efecto de la crisis, que ha afectado mucho al cine.

-¿Se decanta por la experimentación musical?

-Depende del proyecto. Hay películas, sobre todo en las más grandes del mercado americano, en las que no puedo experimentar mucho porque no puedo hacer cosas que se vayan de las ideas que tiene el estudio. En películas más pequeñas o más artísticas sí lo hago y me encanta.

-¿Qué influencias ha tenido?

-Siempre influencia clásica, de Bach y Chaikovsky, y compositores románticos. Luego en música para cine Alberto Iglesias, John Williams y Ennio Morricone.

-¿Cuál de sus trabajos le ha dado más satisfacción?

-A nivel personal Mientras duermes. Lo pasé muy bien y me cuidaron mucho, fue una experiencia maravillosa con Balagueró. The raven (El enigma del cuervo), que se estrena este fin de semana aquí, protagonizada por John Cusack, también fue estupenda.

-¿Es necesario hacerse un nombre en EEUU para que te aprecien en España?

-No es necesario pero ayuda. Yo lo he notado. Creo que en el cine español tengo la gran suerte de poder involucrarme en proyectos interesantes y eso es porque tengo una filmografía americana. Y he de decir que también me han dado más oportunidades en EEUU, se la juegan más que aquí. Es un poco triste pero es así.

-¿Qué proyectos tiene ahora?

-Acabo de terminar de grabar Invasor, una película de Daniel Calparsoro; After party, que se estrena en septiembre u octubre, y empiezo The quiet ones.