Cultura

La Orquesta abre un curso con menos abonados y sin directores invitados

  • La mala situación económica de la formación marca el inicio de la temporada de abono, integrada por 12 conciertos, con dos orquestas invitadas, Beethoven como centro y Hernández Silva como único batuta

La Orquesta de Córdoba arranca hoy su temporada de abono 2011-2012 con un concierto integrado por las sinfonías nº 1 de Beethoven y nº 8 de Dvorak. La formación, que ha experimentado un descenso de abonados (de los 1.032 del pasado curso a 980), ha sido noticia en las últimas semanas por su delicada situación económica, que le ha impedido contratar directores y solistas invitados para el nuevo curso. Así, su responsable titular, Manuel Hernández Silva, estará al frente de los diez conciertos de abono que ofrecerá la Orquesta (los otros dos que integran la temporada corresponden a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y la Orquesta de Extremadura, bajo las batutas de Pedro Halffter y Jesús Amigo), en los que el gran protagonista será Beethoven, del que se interpretarán ocho sinfonías.

La llamada a la calma del concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, que en diversas ocasiones en las últimas semanas ha garantizado la supervivencia de la formación, el nuevo clima de diálogo con las instituciones que los músicos perciben y acontecimientos felices como la inauguración del Teatro Góngora y el concierto del pasado sábado en el Auditorio Nacional no han disipado el clima de enrarecimiento que envuelve a la Orquesta, manifestado en la supresión del tradicional acto de presentación de la temporada y una rigurosa cautela en la relación con los medios de comunicación.

La última temporada de Hernández Silva como director titular de la Orquesta será para el venezolano la más intensa. Y enlazará con la celebración del vigésimo aniversario de la formación, con nuevo director, nuevos recursos (esa búsqueda del patrocinio privado...) y es de esperar que una preocupación institucional mayor que la de los últimos años. A pesar de los factores en contra (entre los que figuran carencias ya antiguas que seguirán sin encontrar solución a corto plazo, con la sede en primer término), la Orquesta mantiene un alto nivel artístico, con un prestigio creciente en el escenario nacional y el desarrollo de relevantes proyectos como el de la recuperación de la obra de compositores españoles de la mano de José Luis Temes para el sello Verso.

La Orquesta repite la estructura de abonos de las últimas temporadas, con dos categorías, Premium, integrada por los 12 conciertos, y Selección, por seis. El primero registra 706 abonados (un 81% de la ocupación del Gran Teatro); el segundo, 274 (un 30,65% del aforo). En total, 980, frente a los 1.032 del pasado curso y los 1.012 del anterior. Se rompe la línea de incremento de abonados de la última década, que experimentó su salto más notorio en la 2007-2008, al pasar de 706 a 976. En la siguiente se rebasaron los 1.000 inscritos por primera vez.

El primer concierto es de los de doble cita, hoy y mañana a partir de las 20:30, condición que comparte con el de Año Nuevo (1 y 2 de enero), el del Día de Andalucía (27 y 28 de febrero), el séptimo de la temporada (protagonizado por la Sinfónica de Sevilla, 21 y 22 de marzo), el undécimo (Orquesta de Extremadura, 13 y 14 de marzo) y el de clausura (20 y 21 de junio, con el estreno absoluto de la obra de Tomás Marco Mezquita Catedral).

Para el arranque, Beethoven y Dvorak. La primera sinfonía del compositor de Bonn (Op. 21, en Do mayor) carece de ese carácter épico que se manifiesta a partir de la Heroica. Hay aquí una asimilación de los elementos que caracterizan el lenguaje clásico vienés, pero tamizados por una personalidad dominante y con una asombrosa ambición innovadora. Por su parte, Dvorak definió su Sinfonía nº 8, Op. 88 como "una obra diferente a las otras sinfonías, con ideas individuales elaboradas de un modo nuevo". Un espíritu que se revela especialmente en el primer movimiento.

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