Sindicatos, accionistas, oleicultores y empresas competidoras escudriñan el futuro de Deoleo, después de la última reorganización de su cúpula, que tendrá el reto de sanear al primer operador mundial, dueño de marcas líderes como Carbonell, Koipe, Hojiblanca, Bertolli, Sasso o Carapelli.

Todas las miradas se dirigen hacia el plan de negocio de la firma y de las próximas decisiones del nuevo equipo, liderado por Rosalía Portela -presidenta ejecutiva-; Pierluigi Tosato -consejero delegado- y el también italiano Gianluca Bolla -consejero independiente-.

El escenario es difícil: pérdidas económicas y altos precios del aceite que presionan a la baja sus márgenes, una exigua cotización bursátil y, la semana pasada, la rebaja de la calificación crediticia de Deoleo por Moody's.

Los sindicatos piden garantías: Jorge Tomé, de CCOO, asegura que "se está hurtando el derecho de información" a los 150 trabajadores de la fábrica de Deoleo en Alcolea (Córdoba), donde elaboran la marca Carbonell y fabrican también para Ybarra, ante su posible venta. Desde Fica-UGT, Sebastián Serena agrega que la preocupación de los empleados no está en si entran ejecutivos italianos, sino sobre cuáles serán las políticas de gestión de la compañía, que pertenece a un fondo, CVC, que "no tiene nacionalidad, ni arraigo en ningún sitio". "¿Qué será capaz de hacer CVC para elevar la rentabilidad? Ése es el escenario que habría que analizar", plantea Serena.

Fuentes del colectivo de Minoritarios Deoleo, confían en que los cambios en la dirección "sean favorables" y apuntan que hace falta tiempo para ver los resultados.

Deoleo es una empresa clave para la venta del aceite de oliva español en el mundo. El representante de COAG en la Interprofesional de Aceite de Oliva, Juan Luis Ávila, afirma que, independientemente de la nacionalidad de los directivos, lo que los oleicultores esperan de Deoleo es que "vaya a un planteamiento de futuro". Ávila opina que "la españolidad" que Deoleo tuvo hasta la llegada de directivos italianos "no sirvió para nada", ya que "atacaron al sector nacional más que ninguna otra para meterse en una vorágine de intentar bajar los precios en origen". El secretario general de la federación de almazaras Infaoliva, Enrique Delgado, coincide en que la entrada de directivos italianos no debe generar temor para el sector español.

Que algunos activos interesan a sus competidores no es ningún secreto. Fuentes de Dcoop reconocen que les gusta la fábrica de Alcolea pero más aún, la que Deoleo tiene en Antequera (Málaga). "No ocultamos nuestro interés en estudiar la compra de la planta de Antequera, dependiendo de las condiciones", dicen. Por el contrario, la lusa Sovena zanja conjeturas y niega interés por una eventual compra de la planta de Alcolea.