El Córdoba confirmó ayer que el derbi ante el Betis será medio día de ayuda al club, por lo que los socios también tendrán que pasar por taquilla. La medida es "obligada" por las necesidades económicas que atraviesa la entidad, aunque todos en ella reconocen que es "impopular" y no llega en el mejor momento, por la irregular trayectoria del equipo y sus últimos resultados adversos. "Es lógico que lo pongan, porque ya fue anunciado desde la campaña de abonados en verano, pero la gente está desilusionada y no tiene ganas de fútbol", indicó Jesús Gallardo, presidente de la Agrupación de Peñas, el organismo que más fieles aglutina, ejerciendo de altavoz de una afición ansiosa de que el campeonato termine cuanto antes. Tanto es así que muchos de los que acudieron el pasado sábado a Huelva optaron por no entrar al Nuevo Colombino, y alargar fuera del estadio la fiesta entre hinchadas.

Pese al despoblamiento progresivo que han ido sufriendo las gradas de El Arcángel desde que comenzó el curso -en el último derbi ante el Granada se produjo la peor entrada de la campaña con 6.552 espectadores-, los rectores blanquiverdes confían en reflotar las arcas aprovechando el tirón del líder. El Betis ya llevó a 1.300 seguidores a Chapín en su último duelo regional -el duelo también se celebró en la matinal del domingo y con las cámaras de Canal Plus en directo- y ahora, con la cercanía del ascenso, podrían ser muchos más los que se acerquen a Córdoba. De momento, en Sevilla ya tienen un primer paquete de 1.200 localidades, pero podrían recibir casi un millar más si se superan las previsiones que manejan en el Villamarín. Pero aún así, parece que ni de lejos se rozarán los 15.544 espectadores de la pasada temporada, que dejaron en taquilla más de 250.000 euros. Para el domingo, las previsiones más optimistas de las que manejan en las oficinas de El Arenal pasan por ingresor alrededor de 200.000, lo que significaría multiplicar por siete las ganancias del duelo con el Granada.

Pero alcanzar esa cifra no será tarea sencilla, viendo el hartazgo mostrado por la hinchada cordobesista en las últimas fechas y la falta de un objetivo definido por parte del equipo. "Será difícil que El Arcángel se llene como la última vez que vino el Betis, pero tenemos que hacer un esfuerzo entre todos. Esto se sabía que iba a ocurrir desde hace mucho tiempo, por lo que no creo que sea bueno ni malo; es lo que hay y no entro a valorar si es el momento para hacerlo o no", apuntó Gallardo, que tiene claro que "no hay ganas de fútbol, estamos en mayo, con todo lo que eso conlleva en esta ciudad, y con la crisis... El Betis ha pedido muchas entradas y a lo mejor eso no hace mucha gracia tampoco a la afición". Aún así, se espera que la llegada de seguidores de la provincia palie, en parte, este desencanto.

El presidente de la Agrupación hizo de abogado del diablo y reseñó que el medio día de ayuda a la entidad "es necesario porque la economía del club no es buena, estamos en una situación delicada", aunque luego cargó contra la directiva, que siempre apunta al mismo lado: "Espero que ésta sea la última vez en la temporada que se le tiene que pedir ayuda a la afición, esta vez en el tema económico". "La gente está muy desilusionada y no tiene ganas de fútbol. El lío institucional del que se lleva hablando toda la temporada ha agotado a la gente, que está deseando que acabe cuanto antes todo", finalizó la voz de una grada que el domingo tiene ante sí un nuevo derbi andaluz ante el mejor equipo de la categoría. ¿Será esto un motivo suficiente para rascarse el bolsillo?