Carlos Machado consiguió ayer en Antequera su sexto título de campeón de España absoluto al batir en una vibrante final al catalán Marc Durán por 4-3 tras remontar un 3-0 en contra. El prieguense refrendó así su dominio en el tenis de mesa español, confirmándose como el mejor jugador nacional de la década tras una exhibición que quedará para el recuerdo.

Porque Machado lo tuvo todo en contra. Marc Durán, que se había plantado en la final tras superar un cuadro extremadamente cómodo, se vio con el título en la mano, pero el miedo a ganar y la calidad del cordobés cambiaron la historia. En su camino hacia la final, el catalán del Borges superó sin grandes apuros al onubense Álvaro Robles (4-0), mismo resultado que endosó a Dani Torres para meterse en semifinales. Ahí se vio beneficiado por la eliminación de Alfredo Carneros a mano del jugador del Arteal Francisco Martín (4-3), y aunque el palista gallego le creó muchos problemas, Durán ganó por 4-3 para plantarse en la final.

Machado también había sufrido mucho para batir en semifinales a Víctor Sánchez por 4-3, pero se metió en una final en la que repetiría el duelo de Cartagena en 2006 con Marc Durán. Entonces, el cordobés ganó por un cómodo 4-1 y logró su tercer título de campeón de España, pero esta vez todo sería muy distinto. El catalán plantó cara desde los primeros momentos y, además, estuvo más acertado en los puntos finales. Eso le sirvió para llevarse el primer set por un ajustado 10-12, un resultado que Machado acusó para ceder el segundo parcial por un contundente 3-11 que ponía el choque muy cuesta arriba (0-2).

Consciente de la importancia del tercer juego, el jugador del Cajasur se levantó y llevó la iniciativa, pero Durán se aferró a sus opciones en los puntos más igualados del choque. Tanto que en un cara o cruz el marcador se tuvo que ir hasta el punto 15, cayendo del lado del jugador del Borges (13-15) para poner un 0-3 que parecía definitivo.

Machado lo tenía todo en contra. Quizás lo más fácil hubiera sido dejarse ir y ceder ante Durán, un joven talento de apenas 22 años que no pondría en cuestión el status de Machado como número uno nacional. Más aún cuando el catalán quiso rematar por la vía rápida y tuvo opciones de hacerlo en el cuarto punto, pero el cordobés ganó finalmente por 11-9 dando inicio a una épica remontada.

Los dos siguientes puntos cayeron del lado del palista del Cajasur por 11-7, llevando la igualdad al marcador y el partido a un dramático desenlace en el séptimo y definitivo juego. Esas condiciones extremas son en las que mejor se mueve Machado, como ya demostró esta temporada con victorias similares en la Champions League. El prieguense mantuvo la calma en los puntos definitivos y culminó una remontada épica con un 11-9 que dejaba el marcador en 4-3. La propia organización no dudó en calificar el encuentro de "increíble", celebrando la capacidad de lucha de un Machado que nunca se dio por vencido. La leyenda continúa.