Fútbol l Lucena

El club pide la implicación de la ciudad

  • Directiva, cuerpo técnico y plantilla comparecen hoy solicitando ayuda para aliviar la situación económica

El Lucena necesita ayuda. Y hoy se la va a pedir a su ciudad. La delicada situación económica que atraviesa la entidad celeste no puede encontrar solución si alguien no se sube a un carro del que ya está harto de tirar Francisco Ramírez Aceituno. El presidente, acompañado de algunos miembros de su junta directiva, el cuerpo técnico y la plantilla comparecerán hoy públicamente ante los medios de comunicación (12:00) para exponer el estado de las cuentas del club y solicitar mayor implicación por parte de las instituciones y las empresas privadas lucentinas. En un principio no está prevista ninguna medida de fuerza por parte de los actuales rectores, pero es algo que no se descarta en el futuro si nadie da un paso al frente.

El Lucena ha conseguido mantenerse por segunda temporada consecutiva en el grupo IV de la Segunda División B. Pero lo ha hecho sacando fuerzas de donde no las había y por el compromiso de un grupo humano que ha sido en todo momento consciente de la situación financiera del club. Los futbolistas son los primeros que entienden que la aportación de la junta directiva de Aceituno no es suficiente para mantener a flote un proyecto en la categoría de bronce.

Por todo esto siguen al lado de sus dirigentes a pesar de que la deuda que mantienen con ellos asciende a más de 300.000 euros. La última mensualidad completa que percibieron fue la de diciembre -el plantel también ha cobrado la mitad de enero-, pero aún tienen pendientes febrero, marzo y abril, además de una paga extra de diciembre. Mucho dinero que necesita un compromiso de una ciudad que no acaba de implicarse en el proyecto deportivo más ambicioso que ha conocido.

Sólo hay que echar un vistazo a los fríos números. Esta campaña los socios se han reducido a la mitad, la afluencia de espectadores a la Ciudad Deportiva no ha superado la media de 650 y, hasta en un par de ocasiones, las cuotas arbitrales han tenido que ser abonadas días después del partido por la falta de liquidez. De esta forma, el Lucena no puede seguir vivo. En manos de la ciudad está.

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