Alfonso Cardador, el presidente del Prasa Pozoblanco, habla con el corazón y con la cabeza a la vez. Por un lado no puede ocultar su optimismo -"este año el ascenso está más cerca este año que en años anteriores", dice sin complejos-, pero por otro es cauto "porque aún quedan hasta finales de abril muchos meses de competición y muchas cosas que pasar".

-Alfonso, este año parece que toda va bien encauzado.

-Creo que sí. Vamos por buen camino pero ya sabemos que la segunda vuelta del campeonato ha sido nuestro talón de Aquiles en años anteriores. No nos podemos dejar llevar por la euforia, pues siempre que sucedió eso nos ha ido mal.

-Pero este año las sensaciones que transmite el equipo son muy buenas.

-Buenísimas, ésa es la verdad, pues hay un gran equipo en la cancha y fuera de ella. Tan importante es un aspecto como el otro. El buen ambiente entre todos los miembros del grupo se palpa desde fuera. Son compañeros en el entrenamiento y cuando salen de él.

-Además, de momento, el equipo es superior al resto.

-Hemos visto ya a casi todos los equipos de la categoría y como vemos al nuestro, no vemos a ninguno. Ésa es la verdad. Pero esto es muy largo y ya tenemos la experiencia de otros muchos años de cómo todas las ilusiones se nos han ido al trastre.

-¿Y la clave de todo esto, dónde está realmente?

-La tiene Paco Castillo guardada. Es un entrenador que motiva en la cancha y siempre intenta que los jugadores también se lleven bien fuera de ella. Es un hombre listo, aparte de lo mucho que sabe de balonmano.

-¿Y si se sube a Asobal?

-Pues cuando se suba, si finalmente se consigue, desde el primer día nos pondremos a trabajar en ello, celebrando el ascenso e intentando solucionar los problemas que la nueva categoría conlleve. Eso será sólo el día del ascenso. Ahora, por el momento, sólo toca pensar en la División de Honor B.