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Un déficit asumible

  • La versión 2.0 del CCF de Oltra pierde cuatro puestos y cinco puntos respecto al curso pasado al paso por el primer cuarto de la Liga. Pese a la falta de fiabilidad, el equipo habita en 'play off'.

Aunque desde el primer momento ha quedado claro que comparar el ayer con el hoy es una tarea absurda, hacerlo resulta inevitable, hasta para los propios protagonistas. Más allá de las sensaciones, que también, el Córdoba actual está un paso por debajo de la versión original que confeccionaron para el pasado curso José Luis Oltra y Emilio Vega. Cuatro puestos y cinco puntos es el déficit numérico del equipo al paso por el primer cuarto de una competición nuevamente marcada por el equilibrio -salvo el Levante, que se ha disparado en el liderato de la tabla- en la que el conjunto blanquiverde no termina de mostrarse regular. Una falta de fiabilidad, tanto en labores defensivas como ofensivas y en la propia concepción del juego, que sin embargo no le impiden habitar en la zona de play off prácticamente desde el arranque del campeonato, en parte sobre todo a que apenas han sido dos las derrotas cosechadas en estas primeras once jornadas.

Superado el ecuador de la primera vuelta y, por tanto, el primer cuarto de la competición de plata, el Córdoba es quinto -cuarto a efectos del play off por la presencia en la cuarta posición del filial del Sevilla, que no puede pelear por subir a la máxima categoría- con 17 puntos fruto de una serie de cuatro victorias, cinco empates y sólo dos derrotas. Un camino, calcado en el fondo, que no en la forma, al del Lugo y el propio Sevilla Atlético, que se sitúan por delante por su mejor coeficiente de goles. Porque es en esa producción, que ronda casi al cien por cien la unidad por partido -12 tantos a favor por 11 en contra en idéntico número de citas-, desde donde se reflejan gran parte de las diferencias entre un proyecto y otro, ambos bajo el manto de Oltra y con el objetivo inexcusable de conseguir a final de temporada el ascenso a Primera División, ya sea de manera directa o por la vía auxiliar de la promoción que ya fue asidero en el ejercicio anterior.

Esos números fraguados en estos tres primeros meses de Liga arrojan un déficit por parte de la versión 2.0 hoy asumible por lo que dicta la clasificación, que sitúa al Córdoba en los puestos de honor de manera casi imperecedera (ha estado fuera de ellos sólo una jornada, la 4, tras la rotunda derrota en Huesca). En esta misma situación del campeonato hace un año, el conjunto blanquiverde era líder en solitario con 22 puntos producto de 7 victorias, 1 empate y 3 derrotas que le otorgaban una ventaja respecto al séptimo de hasta 6 puntos. La gran diferencia está en que ese CCF empataba mucho menos y el tener una derrota más que ahora era sufragado de manera solvente por un número también mayor de triunfos. Todo, también, con la portería a cero como denominador común, aunque las cifras realizadoras son muy parecidas (15 goles a favor y 12 en contra) pese a contar en ataque con la imparable doble F que formaban el hoy deportivista Florin y Fidel, ahora en el Almería.

En lo que sí se asemejan ambos proyectos es en que en apenas un cuarto del torneo ya han tenido que reinventarse. Como en la pasada campaña, el equipo ya ha sufrido una crisis de identidad casi coincidente en los tiempos de la que supo salir, si bien ahora se encuentra inmerso en otro bache que dura ya cuatro partidos en los que el balance es de tres igualadas y un tropiezo que ha frenado el rendimiento. ¿Por qué esa recaída? En parte porque la fiabilidad de este CCF es mucho menor en ambas áreas y la regularidad en el juego no termina de ser plena (véase los continuos cambios en la zona de elaboración, ya sea de inicio o en el transcurso de los encuentros).

A pesar de que, forzado por la pérdida de pegada, la idea del Córdoba 16-17 pasa más si cabe por defender muy fuerte para salir en transiciones rápidas, las concesiones en la zona de retaguardia no han cesado y sólo el buen tono exhibido de un tiempo a esta parte por Pawel ha evitado una sangría mayor, sobre todo en los desplazamientos. Si a ese hándicap se le suma que la producción en el área contraria es menor también, aunque la efectividad sea mucho más alta y Rodri esté ya en 5 tantos, la ecuación deja más de una incógnita que sólo el paso del tiempo irá resolviendo. Eso sí, por ahora, todas esas dudas quedan solapadas por los números y la clasificación, que hacen asumible el déficit evidente entre los dos proyectos liderados por Emilio y Oltra.

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