El hilo dorado de Lille y el inminente, aún en la nevera por razones legales y logísticas, anuncio de la entrada de Movistar para retransmitir la competición y elevar a la Liga Endesa a otra dimensión comunicativa presidieron la presentación de la ACB 2015-2016 en la sede de la empresa eléctrica en Madrid.

El oro del Eurobásket vende. Concentró a España delante de la televisión y, aunque no está Pau Gasol (tampoco Mirotic ni Claver), nueve de los 12 campeones de Europa competirán desde este sábado en la pistas patrias. Esa sinergia con la selección se intentó canalizar en su día. Fue significativa la presencia de José Luis Sáez, presidente de la FEB. Endesa también patrocina a la selección. Es un buen puente. No era casual el lema "Una liga de oro" que presidía el acto.

La entrada del nuevo operador televisivo está latente, pero aún no se ha finiquitado el contrato con Orange que ligaba por una temporada más a las dos partes. De hecho, ayer su logo seguía luciendo. Debe quedar vista para sentencia esta semana la rescisión pues, de hecho, los horarios se han preparado de tal manera que a las 19:30 Movistar ofrecería el Barcelona-CAI y a las 13:00 del domingo un carrusel, con la posibilidad de contemplar cada partido íntegro, con los dos equipos andaluces (Rio Natura-CB Sevilla y UCAM Murcia-Unicaja) más el Movistar Estudiantes-Laboral Kutxa. Sería la rutina de cada semana, además del partido para TVE como primera elección. Las autonómicas desaparecen del mapa. Movistar entra por tres años, los dos siguientes con la competición en exclusiva, y abonará más de 40 millones por este periodo. Es un contrato con muchos vértices. Hay que descontar la rescisión de Orange y que los costes de la retransmisión televisiva, que se realizará con grandes medios y en HD, serán compartidos con ACB. El reparto económico, a la espera de que se apruebe en Asamblea, será lineal y elevará hasta 300.000 euros por club lo que se percibirá, a expensas de bonus por clasificación que aumentarán en las dos temporadas venideras. Para entidades modestas es una inyección importantísima.

Con los omnipresentes Iturriaga y Daimiel de maestros de ceremonias, el presidente de Endesa, Borja Prado, recalcó "la maravillosa sensación de que acertamos acercándonos al baloncesto". "La ambición es continuar y mejorar este matrimonio", añadió. De momento, hay contrato firmado entre las dos partes hasta 2017.

Francisco Roca, presidente de la ACB, lució músculo con la formación de los campeones de Europa y recordando que era la Liga más representada en el Eurobásket. Dejó caer, sin dar nombres, la inminente entrada de Movistar y presumió de tener "al campeón de la Euroliga y al subcampeón de la Eurocup".

Posteriormente se sucedieron dos mesas redondas. Una, con cinco jugadores. Los dos en activo con más partidos en la Liga, Navarro (Barcelona) y Felipe Reyes (Real Madrid), y tres jóvenes pujantes nacidos en los 90: Dani Díez (Unicaja), Guillem Vives (Valencia) y Juancho Hernangómez (Estudiantes). Hablaron de las cualidades que le robarían uno al otro, de las dificultades que pasan los internacionales cuando llega diciembre y enero por el bajón físico y de la irreverencia de los jóvenes a la hora de intentar derrocar el dominio, que se intuye perenne, de Madrid y Barcelona.

Después fue el turno de los cinco técnicos campeones de Liga que inician la competición. Tres de ellos han trabajado, curiosamente, en Sevilla y Málaga en el último lustro: Aíto García Reneses, Joan Plaza y Luis Casimiro. Además, Pablo Laso y Xavi Pascual. En total, 17 entorchados. "Tenemos un reto. Desde hace muchos años el baloncesto triunfa en las ciudades con equipos de ACB, pero esa repercusión no crece al aficionado indirecto de otro lugar. Tenemos que demostrarle, no al seguidor fiel de cada equipo, sino al del deporte en general al que no se cautiva, que somos una competición atractiva", fue el interesante mensaje de Aíto García Reneses después de que los otros cuatro técnicos destacaran la "competitividad, exigencia y espectacularidad". Los cambios de reglas, como "la penalización de la falta táctica para frenar contragolpes" que proponía Aíto o la presión "en cualquier club y en cualquier circunstancia", como aseguraban Casimiro y Plaza, fueron temas de debate.

La Liga Endesa pretende ser de oro. Tiene tarea ardua por delante para conquistar cada semana al gran público. Movistar puede ser un trampolín. De momento, el balón se lanza al aire el sábado.