Optimismo regado de realidad con toques de autocrítica. No es el nombre de un plato de la nouvelle cuisine, sino la receta con la que Carlos González espera dirigir al Córdoba a "conseguir los objetivos", con la permanencia como ingrediente principal, en las diez jornadas que restan para la finalización de la temporada. El presidente blanquiverde es consciente de que los retos son "difíciles" tras una mala planificación en verano, con varios errores, que "se incrementó" en el mercado de invierno para desembocar en la situación actual: colista y con la salvación a siete puntos. Es por eso que el mandatario, para el que no hay lugar a duda sobre "el compromiso" de la plantilla, tiene claro que "los responsables tienen que dar explicaciones de lo que ha pasado", empezando por él mismo, para tratar de no volver a tropezar en la misma piedra en el futuro.

Durante el enésimo acto conjunto con el alcalde con la construcción de la nueva ciudad deportiva como telón de fondo, González relató que seguir en la élite sería importantísimo "no sólo por los ingresos económicos, sino por toda la afición porque ahora que hemos visto lo que es la Primera, no tiene mucho que ver con la Segunda, aunque también es categoría profesional". "Espero y deseo que nuestros objetivos, difíciles, se puedan conseguir", insistió el dirigente cordobesista, capitán de una nave en la que todos están "haciendo todo lo posible para que eso sea así. Todo el mundo en el club está en ese objetivo, se pueda conseguir o no, porque eso ya no sólo depende de nosotros, sino de otras muchas cosas".

Después de encadenar nueve derrotas consecutivas y diez jornadas sin ganar, y desde el farolillo rojo de la clasificación, es normal que en el seno del club no miren a largo plazo: "No tenemos objetivos, salvo ganar; y cuando se gane uno, ganar el siguiente, y luego el siguiente, y el siguiente...". Eso sí, a nadie se le escapa que en una temporada salpicada de problemas financieros en varias entidades -el Elche y el Getafe, sin ir más lejos, no pudieron fichar en enero- y con investigaciones sobre amaños en muchas direcciones, a nadie se le escapa que "no es lo mismo quedarse el último que el tercero por la cola, porque puede ocurrir por alguna casualidad o cuestión, que haya algún descenso administrativo, por lo que tenemos que quedar lo más arriba posible por si eso ocurre".

Tras negar la mayor al ser cuestionado sobre la aparente facilidad que este curso ofrece la Primera para amarrar la permanencia, González tachó de "obvio" que "la planificación que se hizo de equipo no está bien hecha, porque si no no estaríamos en la situación que estamos". Su afirmación no viene motivada por la falta de calidad de los integrantes de la plantilla, sino porque "luego hay que hacer un equipo de fútbol con eso, y es lo que no hemos sabido". "Sabemos muy bien los errores que hemos cometido y no vamos a volver a caer en ellos", continuó el presidente, que recordó que "se planificó mal la plantilla en verano y se ha planificado mal en diciembre, y eso es una obviedad, nos salvemos o no; no nos va a tapar el bosque el que nos salvemos, porque el error está cometido".

Insistiendo en su explicación, el mandatario blanquiverde quiso matizar que "se ha fallado en entender la composición de la plantilla. Teníamos que haber hecho algunas cosas que no hemos hecho, y en diciembre hemos incrementado ese error; no vamos a permitir que eso vuelva a ocurrir". Por eso, esa línea de autocrítica conduce inexorablemente al final de la competición, cuando "los responsables tienen que dar explicaciones de lo que ha pasado; no va a ser sólo la responsabilidad de no sé quien, sino que empieza por el presidente y, a partir de ahí, todos en cascada". Habrá que ver si ese torrente de agua se lleva a alguien por delante...