Ni la primera aparición pública de Fernando Alonso en el último mes sirvió para despejar las dudas: el accidente que sufrió en pretemporada sigue envuelto en el misterio. "No me levanté en el año 95, no me desperté hablando italiano o esas cosas que se dijeron. Recuerdo el accidente y recuerdo todo lo que pasó", dijo ayer el doble campeón del mundo en Sepang, donde disputará su primera carrera de Fórmula 1 de 2015 tras perderse el estreno.

Alonso aseguró que su accidente en los tests de Barcelona se produjo por un fallo aún desconocido en el monoplaza y reiteró que no perdió el conocimiento por el impacto. "Perdí la conciencia en la ambulancia o en la clínica del circuito, pero los doctores dijeron que es normal por la medicación que te ponen para el traslado en helicóptero y para los chequeos: la resonancia precisa de un protocolo y es necesaria una medicación, así que es normal que no lo recuerdes", afirmó. "Fue una conmoción cerebral más o menos normal. Sufrí esa conmoción y fui al hospital en buenas condiciones. Hay un momento en el que no recuerdo, de las dos a las seis de la tarde, o algo así, pero todo fue normal, por la medicación que me dieron para ir en el helicóptero y para los exámenes médicos", añadió Alonso.

Casi todas las preguntas fueron para él en la rueda de prensa oficial en Malasia. Los otros cinco pilotos se dedicaban a escuchar. Para Alonso no había descanso: pregunta, respuesta, pregunta, respuesta. Pero a pesar de los intentos por explicar lo que pasó, aún es una incógnita qué ocurrió aquella tarde del 22 de febrero. El asturiano sufrió una conmoción cerebral tras impactar violentamente contra un muro. Tras pasar varios días en un hospital, los médicos le recomendaron no correr en Australia para evitar un segundo golpe en la cabeza.

McLaren aseguró en un primer momento que el accidente se produjo por un viento racheado y rechazó cualquier problema en el bólido. "No creo que vuelvan a decir eso", dijo algo desafiante Alonso. "No sé si vieron el vídeo, pero ni un huracán habría movido el coche a esa velocidad". El piloto de McLaren aseguró no conocer qué es lo que falló exactamente: "No hay nada claro en los datos que podamos detectar y decir que ésa es la razón. Pero tuve un problema en la dirección a mitad de la curva tres. Se bloqueó en la derecha, me acerqué al muro y frené en el último momento", relató. "Estoy seguro de que nos estamos perdiendo algo en los datos que podremos detectar en 10 años o cuando la tecnología esté disponible", agregó el asturiano.

Lamentó las primeras explicaciones que dio el equipo y señaló que nada de eso ayudó para esclarecer las causas. "Se creó un poco de confusión con las primeras declaraciones y explicaciones porque la atención era muy alta en ese momento. Había mucho estrés, estaba en cuidados intensivos, había algo de urgencia por decir algo porque había mucha atención, así que eso fue posiblemente parte de la confusión". "Obviamente con un accidente, con su repercusión, las noticias, el hecho de estar en España, tanta atención ese día, las primeras respuestas y la primera rueda de prensa del equipo, de mi mánager, todo eso sólo eran conjeturas", dijo Alonso. "Ellos dijeron la teoría del viento, pero obviamente eso no ayudó", añadió.

Aseguró que no tiene miedo a pilotar. "Sabemos que los deportes de motor son peligrosos, que a veces tienes un accidente fuerte y espectacular, el coche queda completamente destruido y no ocurre nada. Y a veces chocas a poca velocidad, y dependiendo del ángulo, del golpe, de que parte del cuerpo te golpees, tienes más o menos lesiones", explicó. "No tengo más respeto que antes, es algo muy normal", añadió. "Tengo cero preocupación. Confío en el equipo. Creo que tenemos el coche más seguro ahora mismo. Y yo soy el piloto al que más chequeos se le hicieron de la historia, así que tenemos que estar tranquilos". Lo único que es una certeza en Alonso es que correrá este fin de semana tras aprobar ayer el examen médico de la FIA y el domingo estará en la parrilla.