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Un club muy familiar

  • Los hijos de González ingresan en la entidad como consejero y directora financiera en una junta movida por la batalla de los minoritarios que el presidente sacó adelante por su mayoría

El Córdoba es ahora un club más familiar. Con su mujer como presidenta de la Fundación, Carlos González tendrá ahora muy cerca a sus hijos, que también formarán parte de la entidad cordobesista. Durante la junta de accionistas de ayer, se aprobó el ingreso de Alejandro González como nuevo consejero y, además, el nombramiento como directora financiera a María González, debido al "gran volumen de trabajo". Con la entrada del hijo del presidente, el consejo pasa a tener cinco miembros, manteniéndose todos los anteriores en su respectivos cargos.

Pocas sorpresas podía deparar la junta general de accionistas del Córdoba dado que Carlos González es el accionista mayoritario, poseedor del 98,72 por ciento del paquete, por lo que todos los puntos del orden del día se aprobaron, aunque contaron con la desaprobación en su mayoría de los minoritarios. A pesar de su aplastante mayoría, González se enfrentó a su asamblea más caliente desde que llegó al club. Incluso a pesar del ascenso a Primera División, el resto de propietarios plantaron batalla y mostraron su malestar durante el transcurso de una junta en la que Andrés Delgado llevó la voz cantante en todo momento. Con la presencia de 15 accionistas y un 98,73 por ciento del capital social de la entidad -un 98,72 correspondía a Carlos González, mientras que el 0,1 restante era de los minoritarios-, los rectores rindieron cuentas al curso 2014.

Todo queda en familia, eso es lo que debe pensar Carlos González. De hecho, se aprobó el cambio del artículo 16, que pasa a exigir 10.000 acciones para asistir a las juntas, en lugar de las 10 necesarias hasta. Un punto que fue de los más polémicos y donde los accionistas minoritarios mostraron su pesar e indignación. Se aprobó, como el resto, por la mayoría de González, pero contó con un voto de abstención y 11 en contra.

A pesar de que este punto ya lo intentó aprobar el consejo en 2013 y al final dio marcha atrás, ayer salió adelante. Algo que no entendían los minoritarios por su insistencia en este tema. Incluso, un accionista, Francisco Muñoz, hizo constar en acta que impugnaría ese acuerdo por ser anulable y "afectar a la seguridad jurídica" de los accionistas. La actitud del consejo enervó a un propietario, Pablo Ruiz, que incluso hizo amago de irse. Finalmente, se quedó por el resto de accionistas minoritarios de la sala. "Siento vergüenza", indicó por la actitud de la mesa presidencial.

En el resto del orden del día, se aprobó por mayoría absoluta, con tres abstenciones y un voto en contra, las cuentas anuales de la temporada 13-14, la del ascenso, que cuentan con un déficit de 5,4 millones de euros. Este desfase se debe a las primas por el ascenso, que superaron los cuatro millones en la plantilla deportiva. Además, Javier Jiménez explicó que sólo se vendió a un jugador (Sebas Moyano, a un fondo de inversión) y valoró el déficit porque "se debe a un ascenso a Primera". "A ver si hasta va a parecer mal que hayamos subido a Primera. Cuando el objetivo es importante, el premio debe serlo también", afirmó el vicepresidente cordobesista.

También salió adelante, con tres votos en contra, el presupuesto del curso actual, con un superávit previsto por 5,3 millones de euros. En este punto, Javier Jiménez destacó el incremento en ingresos por televisión (que este curso es de 17 millones) y por los abonos (4,5 millones). También reconoció que la quita del 100 por 100 de la deuda concursal no aparece en la partida porque ésta se producirá el 5 de julio, por lo que estará incluida en la próxima temporada. De este modo, afirmó que el 50 por ciento de la quita está eliminada ya.

Cuestionado por el gasto que supone la actual plantilla deportiva, Jiménez indicó que es de "un 50 por ciento", aunque las primas por la permanencia no están incluidas. El coste de la plantilla tras el salto a la máxima categoría ha pasado de 4 a 13'1 millones de euros. En este presupuesto están aceptados por la LFP, según indicó Andrés Delgado, el despido de Ferrer y Sánchez Jara, y lo que cobró José Carlos. En caso de descenso, la LFP aportará siete millones para compensar las pérdidas. También se aprobó la remuneración de los consejeros, que contó con ocho votos en contra y dos abstenciones. Andrés Delgado señaló que no "está estimada aún" la cantidad que percibirán a partir de ahora.

Por otro lado, Antonio Garcés, accionista minoritario, preguntó por una partida de más de 51.000 euros por dietas, pero el consejo no dio una explicación clara sobre la misma, por lo que el propietario pidió que constara su inconformidad. Sobre las transacciones comerciales con las empresas de González, Garcés desveló un saldo de unos 156.000 euros de Ecco Documática sobre el CCF. "Son operaciones comerciales", indicó Delgado. El grupo malagueño de Auditores Públicos S.L. serán los auditores del club. "De las diferentes ofertas, ésta era la mejor por presupuesto y profesionalidad", afirmó Delgado.

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