"La afición se debería encontrar un equipo competitivo como el año pasado y que fuera capaz de jugar mejor al fútbol; ése es el objetivo". Con la naturalidad que le caracteriza, Albert Ferrer desveló ayer las líneas maestras de su proyecto con el CCF de Primera. El técnico sabe que es básico mantener la solidez defensiva que dio tan buen resultados meses atrás, pero está empeñado en aderezarla de jogo bonito, de ese estilo que mamó durante su etapa en el Barcelona y que ya quiso imponer la campaña anterior sin éxito. Todo para buscar "la permanencia", el único objetivo posible en un año en el que ya se ha marcado como retos que El Arcángel vuelva a ser un fortín y que el equipo sea capaz "de competir". Para ello, nada mejor que tomar ejemplos recientes de clubes modestos que lo están haciendo de maravilla en la máxima categoría, con "el Rayo de Paco y el Celta de Lucho" como grandes exponentes.

Como ya desveló nada más confirmarse su continuidad, Ferrer se ha empeñado en imponer su estilo de juego, para lo que "hemos fichado a bastantes jugadores en tercera línea, capaces de manejar bien el balón, buscando un poquito más de continuidad en la posesión y protagonismo, pero sin perder lo que conseguimos el año pasado, como la solidez defensiva". "Los fichajes van encaminados a que el equipo tenga más recursos y más capacidad para poder generar fútbol", indicó el catalán, cuyo desafío es que "mi equipo juegue al fútbol, aunque con solidez".

Dentro de la hoja de ruta que el técnico se ha trazado, "el equipo debería estar competitivo casi al 100 por cien en Almería, que es una semana antes de iniciar la Liga. Esta semana y la de Marbella habrá mucha carga y resistencia, que el jugador acumula mucho, pero se vuelve un poco lento. En los primeros partidos veremos cosas, pero no habrá frescura. Poco a poco, el equipo estará mejor y en Almería debería estar bien". Aunque eso no quita que sus sensaciones hasta la fecha estén siendo "muy buenas", a pesar de que "42 años sin estar en Primera implica cambios muy grandes a todos los niveles; es un salto enorme".

Ferrer se mostró "contento porque la afición ha respondido y es un orgullo que no nos falle en un año que será bonito, pero duro" y no tuvo dudas a la hora de marcar como tres espejos en los que el CCF debería mirarse de cara a su andadura en la élite: "El Elche es un ejemplo porque subió y se ha mantenido haciendo las cosas bien y siendo muy sólido. El Rayo de Paco me gusta mucho también y el Celta de Lucho. Pero lo primero que hay que hacer es adaptar la mentalidad a que estás en Primera y que el objetivo es el que es".

Y éste, en el caso de un recién ascendido como el Córdoba, no puede ser otro que la mantenerse, a pesar de que Albert es "muy optimista y a la vez muy realista". "Salvándonos sería un año ya bueno para el club porque te puede permitir crecer, tener jugadores en propiedad, tener más ingresos... Es un año de impasse en el que el objetivo principal es no bajar y no nos engañemos que la Primera es muy dura y con la permanencia podríamos estar contentos".

Un camino en el que Ferrer advierte que "si somos capaces de competir", la lucha estará "entre ocho o diez equipos", pues "en cuanto a objetivo será difícil competir con los siete u ocho de arriba, aunque a un partido le puedas ganar". Y para lo que cree vital recuperar la fortaleza en El Arcángel, porque "en Primera sería importante que a los rivales les cueste sacar puntos de aquí". Ese sería el cóctel perfecto de Albert Ferrer.