El CCF ha comunicado a la Federación Andaluza de Fútbol que el amistoso del próximo jueves (El Arcángel, 19:00) ante el Atlético de Madrid se disputará entre el Córdoba B y el filial rojiblanco, un ardid por el que la entidad blanquiverde pretende ahorrarse un buen pellizco en concepto de arbitraje y que está en conocimiento de todas las partes interesadas.

El club remitió el pasado jueves un escrito al área de Competición de la FAF al que ha tenido acceso el Día, encabezado por el membrete de la entidad y firmado por Andrés Delgado como "apoderado". En el texto se informa de la disputa del encuentro, poniéndolo "en su conocimiento para que tome las medidas oportunas". Además, puntualiza que la comunicación se realiza tras haberse entrevistado con los responsables de la Federación Cordobesa de Fútbol y, éstos a su vez, con el Comité Andaluz de Árbitros (CTA).

Éste es el trámite que se sigue para que la FAF comunique la organización del partido al CTA y que éste designe el equipo arbitral que debe dirigir el encuentro. En los choques de carácter amistoso la norma dice que el árbitro designado será de la misma categoría en la que milite el club local o, en su caso, el club organizador del choque, con independencia de que los organizadores asuman el coste de un equipo arbitral de superior categoría como deferencia a los equipos invitados. En este caso, con el Córdoba como equipo de la Liga Adelante y el Atlético de Madrid de la Liga BBVA, el colegiado designado debería pertenecer al grupo de árbitros de Segunda División. Sin embargo, el CCF ha utilizado una treta por la que comunica que el partido se disputará entre los filiales de ambos clubes (los dos en Segunda B), lo que le permitirá ahorrarse un buen puñado de euros.

Porque el CTA designará un trío arbitral -en esa categoría no hay cuarto árbitro- de Segunda B. En los partidos de liga de la categoría de bronce los equipos locales abonan un recibo unificado de 1.397 euros en concepto de derechos arbitrales, en el que van incluidos las dietas, el coste del desplazamiento y la cuota destinada al Comité Nacional de Árbitros. En el caso de un partido amistoso esa cantidad se reduce ostensiblemente, ya que el árbitro pasa una liquidación al club organizador en el que desgrana los gastos por derechos (en torno a 170 euros para el colegiado y 80 para los asistentes) más dietas.

Si se considerara que el partido se iba a disputar entre los primeros equipos de ambos clubes -como señalan todas las informaciones generadas por el club, así como la publicidad que promociona el choque en sus medios oficiales-, el CTA debería designar un equipo arbitral, como mínimo, perteneciente a la Liga Adelante, lo que elevaría considerablemente los gastos. Porque para la temporada 13-14, los derechos de un árbitro de Segunda División ascienden a 1.573 euros, a lo que habría que sumar 710 por cada uno de los dos asistentes y 1.112 del cuarto árbitro. A esas cantidades se sumarían las dietas de los cuatro designados (entre 106 y 159 euros) más los gastos de desplazamiento, que se justifican mediante la presentación de los billetes de tren o avión o, en caso de viaje en coche particular, por el gasto en gasolina sobre una base de 0.19 euros el kilómetro. En resumen, la factura arbitral subiría fácilmente por encima de los 5.000 euros, un gasto que el Córdoba pretende evitar comunicando que los contendientes serán los equipos filiales.

Y no será la primera vez, porque estas prácticas del CCF ya tienen un precedente esta misma temporada. Fue el pasado 4 de septiembre, en el amistoso que los blanquiverdes disputaron contra el Sevilla (Liga BBVA) en una situación similar a la que se producirá este jueves. En esa ocasión la entidad blanquiverde también comunicó que el partido lo disputarían los filiales de ambos clubes, y el CTA designó al granadino Antonio Artacho Cobo, recién ascendido esta misma temporada... a Segunda B, con el consiguiente ahorro en la factura arbitral.

Se da otra circunstancia en torno a estos dos partidos. En el choque ante los hispalenses, con la temporada recién empezada y tratándose de un encuentro entre semana, la disponibilidad de árbitros de superior categoría hubiera sido total, aunque el club optó por esta medida. Se podría haber pensado entonces en una acción aislada o un simple error administrativo, pero ahora se confirma que aquello fue una estrategia medida, calculada y asesorada para ahorrarse unos miles de euros.

Porque se da la circunstancia de que incluso en el caso de que el CCF no hubiera utilizado la treta de los filiales, lo más probable es que para este jueves no hubiera disponibles árbitros ni de Primera ni de Segunda. Los trencillas de la LFP están convocados ese mismo día en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para pasar las pruebas físicas, por lo que no estarían libres para el encuentro de El Arcángel. Sí habría disponibilidad de árbitros de Segunda B, cuyos test físicos están previstos para el pasado sábado 9 y para el próximo día 16. Uno de ellos pitará el partido del jueves ante el Atlético de Madrid de Diego Simeone, aunque según el CCF será un choque entre filiales. En época de crisis, cualquier artimaña para ahorrar es buena.