Casi nueve meses después de su último partido oficial, José Antonio Ferrer (30-08-1974) regresó a las canchas el pasado domingo en su estreno con el CBC después de que el veterano alero ya hubiera anunciado públicamente su retirada. Pero el deseo por seguir jugando al baloncesto fue superior a las difíciles condiciones del mercado y a un reloj biológico que a los 37 años señala con sus manecillas el camino del adiós. Ferrer volvió, anotó 14 puntos y ayudó al equipo a sumar su tercera victoria de la temporada, aportando sobre todo grandes dosis de experiencia. De eso le queda para dar y tomar.

-¿Por qué ha vuelto?

-Porque tenía muchas ganas de jugar esta temporada, de competir y de poder ayudar al club de Córdoba. Era mi intención desde el verano, pero por su planteamiento inicial de este año y por las limitaciones de presupuesto decidieron no contar conmigo. Al recibir la llamada no me lo pensé mucho, porque tenía muchas ganas de jugar y de ayudar a un equipo muy joven al que le podía venir bien.

-¿Siente que su fichaje es una solución de emergencia?

-Alabo la propuesta de apostar por gente joven que hizo el club en verano, pero indudablemente tener jugadores tan jóvenes en todos los puestos hace que en algún momento pase por apuros. Los partidos de casa no han salido como esperaban y el club ha pensado que podía ser el complemento para aportar algo de veteranía. Yo también estaba muy pendiente del equipo y por eso es buena opción para las dos partes. Yo mato el gusanillo y ayudo al equipo, pero no vengo como salvador ni como referencia, como he podido ser en otros equipos. Ésa no es mi intención.

-¿Tanto era el deseo de volver?

-Sí, porque una vez comenzada la temporada sin jugar en ningún equipo estaba un poco acomodado. Estaba acostumbrándome, y con el partidillo de la liga municipal mataba le gusanillo, pero echaba de menos la competición a más nivel. Eso, unido a la situación del equipo tan joven, que quizás necesitaba algo de veteranía, fue clave. El club está muy cercano a mí, porque además de haber jugado en él soy entrenador del cadete B. Lo sigo muy de cerca y sé los problemas por los que pasa, así que me apetecía echar una mano. Me apetecía ayudar, y como sólo son tres meses no me lo pensé y tiré para adelante.

-¿Qué era lo que más añoraba?

-Competir. Es lo que más cuesta dejar después de tantos años. Jugar en Municipales está bien, pero lo que más tira es la competición, jugar un partido con el reto de ganar, jugar los 40 minutos en tensión, pelear por unos objetivos, meternos en los play off… Todo lo que conlleva la competición.

-Algo que ya pudo sentir la semana pasada en Cáceres.

-Sí, aunque todo fue muy rápido. Entrené el jueves y el viernes, el sábado viajamos y jugamos el domingo tras nueve meses sin entrenar a diario ni competir. Estaba un poco expectante a ver cómo iba a sentirme, pero me encontré bien físicamente, algo cansado, aunque pudimos suplirlo con descansos cortos en todos los cuartos. Júnior me dosificó y pude llegar al final con fuerzas para ayudar al equipo. El factor físico y el tacto de balón es lo que más se nota con la inactividad, por eso esta semana de parón me va a venir muy bien para poder recuperar las sensaciones.

-¿Pensaba que éste ya era el adiós definitivo al baloncesto?

-Sí. Cuando empezó la temporada y no se contó conmigo pensaba que ya no volvería a jugar más. Tuve una oferta de Peñarroya hace un par de meses, pero no llegamos a nada. Yo tampoco me planteaba salir fuera de Córdoba, así que creía que éste era el final.

-¿Ha pensado que puede que tenga más que perder que ganar?

-No lo creo, sinceramente. No pienso en mí en lo personal. No sabía cómo iba a estar tras nueve meses sin competir, pero físicamente me mantengo bien y acepté para tratar de echar una mano y ser productivo. La incógnita del rendimiento está siempre, pero no vengo a ser el referente como podía serlo en otras temporadas. Sólo quiero ayudar a un equipo muy joven que quizás necesita un apoyo en momentos determinados para poder pelear por otros objetivos.

-¿Los 'play off' de ascenso?

-Sí, pelear por meternos entre los tres primeros. Las tres derrotas han marcado al equipo, pero hay mucha igualdad y veo seis o siete equipos capaces de meterse en esos tres puestos, y nosotros somos uno de ellos. El objetivo tiene que ser ése y tenemos que demostrarlo. Ahora vienen dos partidos consecutivos, en Sevilla ante el Cajasol y en casa frente al Novaschool, que serían claves para situarnos bien, porque la liga muy corta y los errores se pagan muy caros. Hay que ser consecuente y saber que llevamos tres derrotas, pero todavía estamos ahí y nos podemos meter en la pelea.

-El CBC es uno de los impulsores de 'La Noche del Infierno Cordobés', aunque hasta el momento ha perdido sus tres partidos en casa. ¿Qué le parece la iniciativa?

-Estuve en el partido ante el Melilla y el ambiente estuvo muy bien. La iniciativa es fantástica, que la gente viva el deporte con eventos, sorteos, que se anime a ir al pabellón. Está funcionando, pero los partidos de casa han sido todo derrotas y eso puede pesar mucho en Córdoba para que la gente se venga abajo, por eso hay que conseguir la primera victoria cuanto antes.