La Junta de Andalucía, por medio del área de rehabilitación integral de San Martín de Porres, gestiona los últimos encargos de reforma de las zonas comunes de los bloques de parte del Sector Sur, la mayor operación que se lleva a cabo para la reforma del parque inmobiliario de la ciudad en una zona donde la degradación de las viviendas, construidas para dar respuesta al crecimiento demográfico de la España del desarrollismo, era tal que encendió las alertas de las instituciones.

Solamente de los presupuestos públicos, acabarán saliendo algo más de 30 millones de euros en el capítulo exclusivo de las reformas de zonas comunes, que es la parte que forma parte del reparto de compromisos del Gobierno andaluz cuando se iniciaron los trabajos en la zona. Hasta el momento, según el delegado de Obras Públicas, Francisco García, se han invertido cerca de 22 millones de euros en los 62 bloques terminados que afectan a 1.240 viviendas, una población cercana a las 5.000 personas. La totalidad del área de rehabilitación integral comprende una amplia zona del Sector Sur, donde se calcula que existen unos 90 edificios, unas 1.900 familias y casi 6.000 residentes.

Las actuaciones desarrolladas por las instituciones públicas en la zona conforman una mezcla de actuaciones de urbanización (que desarrolla el Ayuntamiento por medio de la empresa municipal Vimcorsa), reforma exterior de las viviendas (responsabilidad de la Junta) y rehabilitaciones interiores, que se gestionan por medio de ayudas públicas que aportan buena parte de los presupuestos precisos. Las obras de los bloques han modificado la fisonomía del barrio de forma tal que, incluso, el tradicional ladrillo visto ha cambiado por el nuevo estuco blanco de las paredes de los edificios rehabilitados. La Junta tiene pendiente de adjudicación pero licitados otros 26 edificios de la zona. Obras Públicas saca a contratación a la vez grupos de cinco a siete edificios, ubicados de tal forma que se permita una gestión razonable del material de obra por parte de la empresa contratista. "Casi todas las responsables de las obras han desarrollado los proyectos a un ritmo adecuado", afirma García.

Hay que realizar una precisión. Que se esté gestionando el último paquete de contratos públicos no implica que todo vaya a acabar ya. El convenio está vigente hasta 2016 y cada paquete de bloques tarda en repararse entre un año y medio y dos años. La maquinaria de obras y los albañiles contratados seguirán formando parte del panorama del Sector Sur bastante tiempo todavía.

La reforma de los edificios ha permitido una mejora considerable de las condiciones materiales de los edificios del Sector Sur. García explica que buena parte de las familias que empezaron a vivir en la zona hace años son ahora personas mayores, con los consiguientes problemas de movilidad. La generalización del ascensor (por medio de unas cajas externas para ganarle un poco de espacio a las viviendas) ha permitido una importante mejora para las familias de esta parte de la ciudad.

San Martín de Porres es en realidad la suma de tres espacios: la calle Torremolinos y su entorno, la calle Motril y la zona de los Dolores. García explica que cada una disponía de su propia casuística, incluso en la forma de tenencia de las viviendas, muchas de las cuales son de acceso diferido a la propiedad por medio de los antiguos programas del Ministerio de la Vivienda. Los resultados de los programas para la reforma interior de las viviendas han dependido también de la situación socioeconómica de cada zona del barrio y del cuidado que, en general, se ha tenido con cada uno de los edificios. El Consistorio también ha facilitado recursos para colocar cerramientos en el entorno de los bloques.

El área de rehabilitación integral San Martín de Porres contemplaba también alguna medida urbanística de calado como la reordenación de toda la manzana interior de la antigua sede de UGT y el equipamiento deportivo anexo en la calle Marbella. El Consistorio no ha puesto en marcha este plan urbanístico aún.