Accedió a la presidencia de Comercio Córdoba en abril de 2009, en plena crisis económica y una situación más que complicada para el sector. A lo largo de este tiempo ha conseguido impulsar a la federación e incrementar su presencia en la esfera pública, aunque esto no ha repercutido en que sea tenida en cuenta en la toma de decisiones. Rafael Bados echa de menos más diálogo con el Ayuntamiento y más apoyo para la recuperación de un sector que, en su opinión, es el más importante de la economía cordobesa. La accesibilidad, la peatonalización del centro, más aparcamientos y modernizar al sector son elementos claves para la supervivencia del colectivo una vez que se supere la crisis.

-Los comerciantes calificaron el año 2008 como el peor de su historia. Ahora que está a punto de acabar 2009, ¿ha sido este año peor?

-Estamos en una situación económica complicada que afecta a todos los sectores. Los datos aún no los tenemos, pero posiblemente este ejercicio sea equiparable al del año anterior en cuanto a pérdidas y cierres en el sector. Ha sido un año muy complicado, el consumo está totalmente parado, retraído... El nivel de ahorro de las familias se ha disparado, lo que indica que la sociedad tiene miedo a futuro. Todo esto, a un sector como el comercial, le afecta sobremanera.

-Dentro del comercio, ¿hay alguna actividad que haya conseguido salvar los muebles?

-No. La crisis le ha afectado de forma transversal, nadie ha escapado y todos se encuentran muy afectados por la actual situación. La gran mayoría son microempresas que son más susceptibles y este vendaval los ha sacudido más.

-Durante este año se ha visto un cierre progresivo de locales, incluso también en el centro de la ciudad, algo que nunca antes había ocurrido. ¿Estos pequeños comercios que han cerrado sus puertas volverán tras la crisis económica?

-Esta situación no tiene parangón con nada que haya vivido anteriormente el sector del comercio. En Andalucía se han cerrado 10.000 negocios de los que 1.200 son de la provincia de Córdoba. Y lo que hay que tener en cuenta es que cuando un empresario decide cerrar es porque ha agotado todas las posibilidades habidas y por haber, ya que es su medio de vida. Detrás de cada cierre hay un gran drama personal. Yo creo que hay un volumen importante de comercio que sufre una rotación, que dura unos cuantos años, pero estas empresas que han decidido echar el cierre difícilmente volverán a abrir en otro momento.

-Las medidas del Gobierno han ido encaminadas sobre todo a la construcción, incluso provocando algunos inconvenientes al comercio...

-Aquí se da una paradoja importante. Unas medidas que se articulan para sortear los efectos de la crisis en la construcción ha derivado en efectos negativos para el comercio con el desarrollo de las obras de los fondos FEIL. Me gustaría matizar que Comercio Córdoba no está en contra de las actuaciones que se han llevado a cabo, y sabemos que van a repercutir para bien. Lo que criticamos es la mala o nula planificación que ha habido en esa maratón de obras que hemos sufrido, es la crítica que hacemos. Debería haber habido más planificación ya que la gran mayoría se realizó en pleno periodo de rebajas, demostrando así una falta de sensibilidad hacia el sector, que a día de hoy es el más importante y mayor generador de empleo.

-¿A qué achaca este comportamiento de la Administración?

-Desde la Federación, a pesar de que hemos tenido bastantes encontronazos, queremos recuperar el diálogo. Nuestra mano está tendida para llegar a acuerdos y trabajar juntos. Lo que queremos es poder llegar a dialogar, y lo digo con mayúsculas, con el gobierno municipal.

-¿No existe en la actualidad esa comunicación?

-El diálogo es cuando se sientan dos personas, o un colectivo y una administración y discuten sobre problemas y se llegan a acuerdos. Esto, a día de hoy, no existe con el Ayuntamiento.

-Tampoco ha habido, asegura, un diálogo previo en la aprobación de la subida de impuestos municipales

-Hemos presentado unas alegaciones a las ordenanzas municipales porque creemos que un sector tan afectado por la economía no está en condiciones de soportar ningún tipo de subida, por pequeña que sea. En un sector como el nuestro, en el que muchos se encuentran al borde del abismo, esta subida puede suponer que muchos de ellos decidan echar la persiana. Somos la única capital de provincia que ha subido los impuestos y yo le pedí al alcalde que hiciera un guiño al comercio, pero ha prevalecido la necesidad por parte del Consistorio de tener una mayor recaudación. Cuando uno está al borde del abismo sólo falta un empujoncito , que puede ser el de la subida de impuestos, para que algunos cierren su negocio.

-También solicitaron la creación de un órgano consultivo para evitar situaciones precisamente como las de las obras anticrisis. ¿En qué punto está?

-Nosotros hicimos el planteamiento de este órgano pero el propio alcalde dijo que no. Sin embargo, en el Pleno de noviembre, a propuesta del equipo de gobierno, se aprobó la creación de una comisión para el seguimiento de las obras, que en definitiva era básicamente lo que Comercio Córdoba pedía. Ahora hemos reclamado al alcalde a través de una carta la puesta en marcha de esa comisión y estamos a la espera.

-¿Se ha hecho todo lo que se podía para salvar al comercio?

-Sin duda se podría haber hecho mucho más para apoyarnos. A nivel municipal se han echado en falta una serie de medidas que serían muy importante para que el sector pueda competir con otros formatos: aparcamientos, accesibilidad y peatonalización de las calles comerciales. Con respecto a la Administración autonómica, se acaba de aprobar la ley de comercio que acaba con el proteccionismo de las pymes. Esta directiva, impulsada por la Unión Europea, supone una liberalización del sector a nivel de grandes superficies, horarios o rebajas. Y eso nos perjudica.

-En la situación del sector, ¿toda la culpa es de la crisis?

-Hay distintos factores que influyen, cuestiones que demandamos para competir con otros formatos comerciales. También el propio sector debería hacer una apuesta clara y decidida por la calidad, la transformación, las nuevas tecnologías... En definitiva, por conseguir ser atractivos para el consumidor. No podemos continuar con los cánones de ventas de hace 20 años y, con el escenario que se nos plantea de liberalización total y absoluta, quien no apueste por potenciar estos factores tendrá muy difícil la continuidad.

-¿Qué pasará con el comercio tradicional?

-El comercio tradicional tiene su sitio y no va a desaparecer nunca porque tiene unos valores que no aporta otro tipo de comercio. El comercio va a perdurar en el tiempo porque es uno de los grandes vertebradores de nuestros barrios.

-Finaliza un año pero comienza otro, ¿qué espera el comercio del año 2010?

-Parece ser que la situación se puede ir animando algo, pero yo creo que el tiempo irá diciendo si realmente el ciclo empieza a cambiar o si continuamos sumidos en esta situación. Yo no me veo capacitado para decir si realmente esto va a cambiar, pero la verdad es que lo necesitamos.

-Podría empezar con unas rebajas adelantadas, pero este año los empresarios se han negado, ¿por qué?

-Es cierto que el año pasado fue excepcional, lo solicitamos y la Junta nos dio el visto bueno, pero a nivel de ventas no funcionó. Por esto este vez desde la patronal hemos decidido que no se adelanten.

-¿Qué balance hace de los nueve meses que lleva al frente de Comercio Córdoba?

-En estos meses hemos conseguido que la Federación vuelva a tener el protagonismo que nunca debería haber perdido. En clave interna, de estructura de nuestra organización, estamos desarrollando una serie de cambios que pretendemos conseguir el objetivo fundamental de nuestra candidatura y es que Comercio Córdoba sea un instrumento que aporte servicios a todos los asociados.