La construcción de un complejo deportivo y de ocio en la llamada parcela del canal del Guadalmellato, junto a la avenida del Brillante, lleva encallada desde hace casi un año con motivo de la aparición en la parcela de una almunia de época islámica y los restos de un acueducto, según la resolución de la Delegación de Cultura de la Junta, firmada el 10 de diciembre de 2008. Desde ese día, el proyecto, financiado con dinero privado, ha entrado en una suerte de paralización hasta tanto no se produzca un acuerdo en las condiciones de desarrollo del sector urbanístico. En total, el presupuesto previsto para la actuación supera los 37 millones de euros, que podrían llegar a perderse en el caso de que la empresa renunciara a la iniciativa.

En estos momentos, la situación está como sigue. Tras realizarse los primeros sondeos en la zona, donde además se encontró un cementerio, se hallaron los restos de una casa de campo -bastante frecuentse en la zona norte de la ciudad- y las trazas de un acueducto. En principio, la orden de Cultura es mantener los restos de la almunia en el mismo lugar en el que se encuentran, dado el carácter excepcional que los técnicos de Patrimonio consideran que tienen los restos. Esta opción impide la segunda alternativa que se abre en la legislación que es la conservación in loco, que es cuando se desmontan los restos y se vuelven a recrear en un lugar similar al que se hallaron aunque sin interferir en la estructura del edificio. Del mismo modo, los pozos de registro del acueducto, que es lo que se conserva de la infraestructura hídrica, podrían ser desmontados -en realidad, destruidos- en el caso concreto de que los investigadores detectaran que su conservación o su interés no es de relevancia.

El mayor problema que presenta la actuación es que la Junta de Andalucía ha ordenado a la empresa responsable del proyecto, una UTE compuesta por Jícar, GEA 21 y Construcciones Vera, que efectúe una investigación exhaustiva del solar, lo que obliga a levantar la práctica totalidad de la parcela, que tiene unos 20.000 metros cuadrados de superficie, según las mediciones de la Gerencia Municipal de Urbanismo, propietaria legal del suelo calificado como de equipamiento.

La empresa es responsable de una concesión municipal por una serie de años para la construcción de un centro deportivo de alto rendimiento que incluye varias piscinas, un centro de ocio y un hotel. Así, fuentes del sector calculan que el coste de una excavación extensiva, con mucha mano de obra, tendría un coste de unos cuatro millones de euros. Extensión, en estas circunstancias, implica realizar un agujero en la práctica totalidad de la parcela y no mediante los sondeos que se llevan a cabo habitualmente. El problema es que bajo las actuales condiciones no existe garantía de que el proyecto pueda realizarse si siguen aparenciendo restos o si el criterio es mantenerlos en el lugar donde se encuentran. La empresa aún no ha presentado el proyecto de excavación del solar hasta que no se aclare el panorama.

Actualmente, tanto la empresa, como la Gerencia Municipal de Urbanismo como la propia Junta de Andalucía se encuentran en medio de un proceso de negociaciones para conseguir que se desarrolle la actuación poniendo en equilibrio la salvaguarda de la legislación sobre patrimonio histórico. Las alternativas que se barajan van desde una reorientación del proyecto hasta prescindir de los aparcamientos subterráneos, lo que en el caso de un centro de ocio y un hotel constituye una opción compleja.

Independiente de la inversión, de los puestos de trabajo que se crearían y de los equipamientos resultantes, Urbanismo se encuentra con un problema entre manos. La concesión, en forma de derecho de superficie, se adjudicó tras quedar dos veces desierta por la falta de empresas dispuestas a llevar a cabo el proyecto. No se descarta que el suelo revierta al Consistorio a corto plazo.