Córdoba

La falta de fondos obliga a cerrar el Córdoba Convention Bureau

  • El Consorcio de Turismo asume la política de captación de congresos · El sector se queda sin el único foro empresarial y políticamente independiente en un momento clave, la reforma del Palacio del Sur

La falta de dinero y una operación de carácter político ha llevado a terminar con el trabajo de una década en la captación de congresos y en la promoción de Córdoba como ciudad de celebración de reuniones profesionales. El pasado mes de diciembre se selló la suerte del Córdoba Convention Bureau, la entidad formada por empresarios de Córdoba y que actuaba de forma independiente a los poderes públicos de la ciudad. La solución adoptada ha sido una suerte de absorción del CCB por parte del Consorcio de Turismo, una entidad que pertenece a la estructura municipal.

En estos momentos, el Córdoba Convention Bureau se encuentra en un proceso directo de liquidación. Los técnicos que trabajaban en la entidad ya han sido finiquitados. En principio, los planes para ellos pasan por recuperar su experiencia mediante la creación, en el seno del Consorcio de Turismo, de un departamento específico de captación de congresos. En el caso de superar las pruebas previstas para los empleados públicos, podrían ser rescatados para este nuevo departamento, que estará a las órdenes del gerente, Federico Rodríguez.

La absorción del Córdoba Convention Bureau se produce, en primera instancia, por motivos económicos. La entidad recibía distintos apoyos de entidades como la Cámara de Comercio, Cajasur, el Ayuntamiento y la Diputación mediante convenios de colaboración, que eran la base principal de su sostén económico. Estos acuerdos fueron cayendo uno detrás de otro, lo que dejó a la entidad sin más sustento económico que las cuotas de los asociados. "Nos ha costado el dinero", afirma una empresa miembro del CCB.

El problema principal, aseguran las fuentes consultadas, es que el sector turístico -y más concretamente las empresas directamente relacionadas con el negocio de las convenciones- se han quedado sin una voz directa en un momento de particular relevancia para el sector. Hoy mismo se presenta el avance del Centro de Congresos de Córdoba, la reformulación del proyecto. En los pasos iniciales del diseño, el CCB participó directamente en las discusiones sobre el plan funcional. Ahora, los empresarios del sector se temen que el proyecto prime los usos de auditorio sobre los dedicados a las reuniones profesionales. La pregunta que se hace en el sector es qué voz va a tener la independencia y el respaldo preciso para debatir con el gobierno municipal. A la única reunión mantenida con el equipo de arquitectos del centro de congresos asistió un responsable de Hostecor y otro de CECO. Hoy, está previsto que la socia de OMA, Ellen van Loon, presente las ideas del despacho sobre el edificio expresadas en el avance del proyecto básico del equipamiento.

"Ahora estamos en stand by", se asegura sobre el proceso de integración en el Consorcio de Turismo. Inicialmente, el plan es que los empresarios del CCB tuvieran algún tipo de presencia específica dentro del Consorcio de Turismo, pero manteniendo la independencia de criterios y una cierta libertad de acción. Ello choca con los límites impuestos por la normativa municipal y la estructura aprobada para el Consorcio de Turismo, que además pagaría las facturas. De las versiones recabadas, la más amplia y aceptada es que el empresariado tendrá un papel asesor dentro del organismo municipal. El harakiri del Córdoba Convention Bureau fue aprobado por una amplísima mayoría de sus miembros, representantes de empresas directamente relacionadas con la actividad de congresos como organizadores profesionales, restaurantes y empresas de catering, la mayoría de los hoteles de la ciudad y firmas dedicadas a dotar de servicios a los congresos que se celebraban en la ciudad.

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