Tras la pétrea oposición de la comunidad docente, la Consejería de Educación dio ayer marcha atrás y lanzó una nueva propuesta sobre el inicio de las clases para los alumnos de Infantil, Primaria y Educación Especial. La Administración autonómica y la mesa sectorial abrieron ayer las negociaciones sobre el discutido adelanto del calendario lectivo. Y la propuesta de la Junta, en concreto, fue adelantar al 10 de septiembre y no al día 7 -como anunció en un principio- la vuelta al colegio de los alumnos. Los sindicatos consultados no quisieron ayer analizar la propuesta, a la espera de tantear la opinión de la comunidad educativa.

La nueva planificación de la Consejería de Educación reduce a 178 las jornadas lectivas frente a las 180 planteadas inicialmente para el curso 2009-2010, lo que provocó el rechazo frontal de los profesores. Los maestros decidieron declarar la guerra contra el borrador de calendario, hasta el punto de que el pasado día 29 se echaron a la calle para expresar su rechazo.

El propósito de la Junta es que las delegaciones provinciales y los centros tengan más margen para conjugar el tiempo dedicado al horario lectivo y al de ocio, "necesario e indispensable, igualmente, para la mejora del rendimiento académico y madurez personal del alumnado". Para los profesores, el nuevo calendario crea dificultades para conciliar la vida laboral y la familiar.

La Consejería planteó ayer otras dos iniciativas a la mesa sectorial. Por una parte, propuso suspender las dos tardes de permanencia obligatoria en los centros. Por último, introdujo una nueva regulación para los colegios con jornada continuada, eliminando la obligatoriedad de convocar un referéndum entre los padres. Con la nueva introducción en el borrador, la decisión quedaría en manos del Consejo Escolar.

Por su parte, los padres de los alumnos de los colegios públicos han dado desde el principio su apoyo a la Consejería de Educación y aceptan sin reparos que las clases den comienzo el próximo curso una semana antes; esto es, el 7 de septiembre.