Córdoba

Los afectados de espondilitis solicitan que su diagnóstico se haga en un plazo menor

  • Alrededor de 4.000 cordobeses sufren esta enfermedad reumática, una de las más dolorosas y discapacitantes

Reducir la espera desde que aparece la enfermedad hasta que se diagnostica, pues actualmente pasa una media de entre cinco y siete años. Éste es uno de los objetivos de los afectados de espondilitis anquilosante, una enfermedad reumática que afecta a unos 4.000 cordobeses y que el próximo lunes celebra su día nacional. El motivo de este retraso reside en que tanto el paciente como el propio médico tienden a asociar el dolor articular en una persona joven con otras patologías o trastornos menores, antes de que el caso se derive a un especialista y se considere la presencia de la espondilitis

Con motivo de esta efemérides, la Asociación Cordobesa de Afectados de Espondilitis Anquilosante (Aceade) expuso ayer sus principales necesidades y reivindicaciones, entre las que destacan el diagnóstico precoz, la atención integral y un aumento del número de reumatólogos. El presidente de este colectivo, José Blancat, apuntó que se trata de una enfermedad "dolorosa, muy incapacitante que requiere una atención temprana".

La importancia de coger a tiempo la espondilitis reside en las graves consecuencias físicas y sociales que conlleva, pues el perfil del afectado responde al de una persona joven que progresivamente va perdiendo la movilidad de sus articulaciones. El jefe de Reumatología del Hospital Reina Sofía, el doctor Eduardo Collantes, atribuyó esta demora en el diagnóstico a la "inespecificidad" de los síntomas, que hacen que tanto el paciente como el propio facultativo les resten importancia.

Pero en el afán de mejorar la atención sanitaria a los espondilíticos, se creó hace un año el Proyecto Esperanza, una iniciativa cuyo fin es precisamente sensibilizar a los médicos de familia sobre la importancia de esta patología y crear una unidad de espondilitis en todos los servicios de Reumatología de los hospitales españoles que permita diagnosticar y tratar precozmente la enfermedad. Collantes apuntó en este sentido que tras un año de programa, "podemos decir que es una realidad y que se están alcanzando claramente los objetivos propuestos, ya que se han permitido diagnosticar unos 300 casos nuevos".

Una atención temprana es clave para comenzar el tratamiento y evitar el agarrotamiento que, una vez que aparece, es ya irreversible. De hecho, alrededor de un 25% de los enfermos presentan la variante más agresiva de la enfermedad, "con un mal pronóstico en poco tiempo si no se trata de forma conveniente". Para los pacientes que no responden a los fármacos habituales, existen las novedosas terapias biológicas, que ya aplica el Reina Sofía con muy buenos resultados.

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