Córdoba

El mejor amigo de la Generación 'Z'

  • El 69'8% de los jóvenes entre 10 y 15 años tienen disposición de móvil de forma habitual. Las redes sociales son las plataformas más empleadas por los adolescentes.

Más del 95,2% de los menores de entre 10 y 15 años usa internet. Así lo apuntó el Instituto Nacional de Española (INE) en el último informe sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares. Palabras como la nube, wifi o red social se han convertido en habituales entre una población que hace algo más de 30 años ni soñaba con poder hablar de forma inmediata con un familiar desde otro rincón del mundo o enviar fotografías desde el mismo monumento que está visitando. Se trata de una nueva era, una época donde internet es un elemento indispensable para el día a día y para el que los jóvenes están  preparados.

No resulta raro ver a los más pequeños manejar los dispositivos tecnológicos  con habilidad o que los grupos de amigos del instituto no se separen de sus móviles excepto durante las horas de clases. La forma de comunicarse, divertirse, trabajar e incluso estudiar ha cambiado y la llamada Generación Z o nativos digitales -los nacidos entre 1995 y 2010- están preparados para enfrentarse a esta nueva realidad en la que la red tiene un papel principal. 

Desde escuchar música a comprar ropa o hablar con amigos. La multitud de opciones que ofrece internet hace que el tiempo que los menores pasan delante de las pantallas digitales siga aumentando año a año. Menores que desde que suena el despertador no se despegan de sus móviles o sus tabletas, una forma de vida que dicta mucho de la que hace años primaba entre los más jóvenes. El tipo de hábitos que los menores hacen de esta utilidad varía en función de la edad, mientras que los que rondan los 10 años aún siguen empleando los dispositivos para juegos, según cumplen años las redes sociales o el acceso a web informativas ganan terreno. Marina, de 16 años, explica que emplea la red para multitud de cosas como "informarme, hablar con amigas, tareas de clase, ver ropa o buscar libros y también para escuchar  música, ver películas o series". Internet ha transformado la forma de obtener la información y la facilidad para realizar las tareas escolares o localizar datos han facilitado el trabajo a los menores que se enfrentan a los años de instituto. No obstante, al igual que la red ofrece múltiples beneficios, también existen riesgos que tienen que enfrentar como la privacidad de las informaciones, el tiempo excesivo que pasan frente a los dispositivos o las personas con las que contactan en el mundo on line. 

 

Los portátiles, tabletas y móviles cada vez ofrecen más utilidades y son cómplices del avance digital que va con el acceso a la red de la mano. El uso de los ordenadores es prácticamente universal entre el 94,9% de los menores. Por primera vez, los usuarios de internet superan a los de los ordenadores, un dato que puede estar influenciado por las mejoras continuas de los teléfonos móviles. De hecho, el estudio realizado por el INE revela que el 68,9% de los menores de entre 10 y 15 años disponen de un móvil, una cifra que ha aumentado en 2,8 puntos respecto a 2015 y que crece por tercer año consecutivo. Llamar ya no es la principal utilidad de estos aparatos, sino que las múltiples opciones que aportan hacen que el uso y tiempo que los menores pasan usándolos sea cada vez mayor. Es más, es sobre los 11 o 12 años cuando los niños comienzan a tener móvil propio y a crearse perfiles en redes sociales, como es el caso de Inés, de 15 años, que lleva con teléfono desde Sexto de Primaria. Como ella, la mayoría de los jóvenes que finalizan los estudios de Primaria o comienzan el instituto ya tienen un móvil propio con acceso a internet y que suele ser un regalo de los padres o algún familiar. Otros, como Julia o Lucía -ambas de 15 años- cuentan que desde los nueve años tienen móvil propio aunque no fue hasta los 11 cuando sus padres les permitieron tener acceso a la red. El tiempo que utilizan estos aparatos varía en función de los padres, Ricardo anota que "me lo dejan unas horas al día y los fines de semana", en cambio Lucía lo lleva también al colegio y no se separa del dispositivo telefónico. 

 

Los datos del INE revelan que el 93,9% de los jóvenes de 15 años tienen móvil y lo utilizan de forma asidua. Entre las distintas utilidades que ofrecen estos aparatos, el acceso a las redes sociales ocupa la principal opción de estos menores. La evolución de estas plataformas en los últimos años y la variedad de las mismas, así como la información que se revela en éstas deja abierto un debate sobre la exposición de la vida personal de los menores, con datos personales que se muestran en la red y que van desde información básica como fecha de nacimiento o nombre completo hasta alcanzan detalles concretos como el domicilio o imágenes íntimas. Datos que  intentan supervisarse por parte de los padres y profesores. Lucía, Julia, Inés, Marina y Ricardo coinciden en los consejos que sus padres y profesores les dan sobre cómo utilizar internet y los peligros que pueden conllevar ciertas informaciones personales, sobre todo las que se vierten a través de las redes sociales. La mayoría de los colegios e institutos prohiben el uso de los móviles en los centros durante las horas escolares. 

 

Los contactos con los que los jóvenes comparten su información a través de las plataformas es otro de los puntos a destacar cuando se habla de privacidad. Las redes sociales son una nueva forma de conocer a gente y, con ello, entrar en contacto con personas que no forman parte del circulo de amigos o familia. De esta manera, menores como Marina aseguran tener entre sus amigos virtuales a personas que no conoce o "han visto alguna vez", la menor afirma que en "alguna ocasión" ha quedado con alguna de estas nuevas amistades que ha creado en la red. Otros adolescentes como Lucía apuntan que "nunca" acepta en sus redes sociales a personas que no conocen, aunque sí ha aceptado a "amigos de conocidos que solo conocía de vista". No obstante, la Policía Nacional propone establecer reglas entre padres e hijos para un uso "respetuoso y seguro" para los menores.

 

Instagram, Snapchat y WhatsApp son las plataformas digitales que más utilizan los adolescentes en las que compartir imágenes y vídeos es habitual, mientras que Facebook o Twitter van perdiendo terreno entre los más jóvenes. El uso que dan a estas redes es "diario", tal y como afirma Marina, que reconoce que accede a las distintas aplicaciones con asiduidad. El tipo de contenido que ser comparte es tema de debate, puesto que en ocasiones la intimidad de las personas queda en juego cuando la información que se comparte es personal. Este es un problema que no sólo ocupa a los jóvenes sino que se extiende entre toda la población y provoca conflictos como los que han aparecido en los últimos años en los que vídeos íntimos se vuelven virales. "Nunca he compartido, pero si me han mandado algunos que no me han gustado nada. A una amiga la grabaron en la feria cuando había bebido y sin que ella supiese", manifiesta Marina que insiste en que le dan "miedo" este tipo de actos. Una visión que comparte Inés, que también asegura que no ha compartido información de este tipo, en cambio Ricardo destaca que sí lo hizo alguna vez, "cuando era más pequeño". Unos actos que según el joven son "habituales". Otros jóvenes como Inés o Lucía aseguran no haber recibido contenido intimo o haber compartido información similar. Las conversaciones a través de la red también resultan en ocasiones obscenas, como destaca Inés que apunta que a una amiga le escribieron comentarios "fuera de lugar" pero que esta bloqueó al usuario para que no se produjesen más altercados. 

 

Internet trae consigo múltiples ventajas que favorecen el día a día de los usuarios pero también desventajas que tienen un tinte más perjudicial cuando se trata de menores. El uso que los jóvenes hacen de la red y el tiempo que pasan es cada vez mayor, un uso que no tiene por qué ser negativo si la supervisión es correcta y se accede con conocimiento a los sitios web, tal y como apuntan los expertos. No obstante, la asiduidad con la que se consulta el móvil o las horas que se pasan navegando en la red tienen que ser supervisadas. Los nativos digitales son una población que afronta el universo virtual con la incógnita de la seguridad que puede aportar la información en la red, pero que a la vez encuentran en éste los múltiples beneficios que supone tener una acceso rápido a la información.

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