oleaginosas

El calor reduce en 200 kilos el rendimiento de la hectárea de girasol con respecto a 2015

  • Asaja insiste en que la escasa rentabilidad de un cultivo que merma en producción año a año pone en peligro su continuidad

El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha advertido de la escasa rentabilidad del girasol, lo que pone en peligro la continuidad de este cultivo debido a los precios y los rendimientos obtenidos. Fernández de Mesa explicó que la situación del valor de los ingresos en la venta de la cosecha es "preocupante, ya que está por debajo de los costes de producción".

Una vez concluida la campaña, destaca que la producción en Córdoba está muy por debajo a la de años anteriores con unos rendimientos medios de 500 kilos por hectárea, frente a los 700 de 2015, año en el que la producción ya fue de las más bajas en relación a los rendimientos históricos de este cultivo en la provincia. Ni los más tempranos ni los más tardíos han sido buenos en esta campaña, ha señalado Fernández de Mesa, aun superándose las estadísticas de precipitación en el mes de mayo.

Las altas temperaturas acaecidas durante la mayoría del desarrollo del cultivo han provocado que "la producción esté por debajo de la esperada, aunque el año ya se auguraba con rendimiento escaso". Por tanto, la superficie de este cultivo "va mermando cada año".

En cuanto a los precios, en 2015 era de 376 euros la tonelada y en 2016 de 348 euros la tonelada, por lo que se produce una reducción del 8%. El desplome ha sido continuo año a año. Así, si en 2012 se llegó a pagar unos 520 euros por tonelada de pipa de girasol, en 2013 la cotización se desplomó hasta los 300 euros, una tendencia bajista con el consiguiente perjuicio para los productores, ya que el girasol es fundamental en las rotaciones de secano para la agricultura de la provincia.

La causa de esta bajada, según los propios agricultores, está en que hay una gran dispersión de la oferta en Córdoba y, por extensión, en toda España, y "apenas dos o tres operadores que, casi seguro, pactan los precios entre ellos". Con lo que, una vez más, "el agricultor no recibirá la cantidad adecuada para los gastos tan tremendos que tiene el cultivo de esta oleaginosa", indicaron fuentes de los productores.

Aunque esas previsiones de precios no eran, en principio, optimistas, Asaja Córdoba no esperaba durante la pasada campaña un desplome tan fuerte de las cotizaciones de esta oleaginosa que es fundamental en las rotaciones de secano en la agricultura cordobesa. Las posiciones del mercado internacional para la campaña del Mar Negro, la falta de operadores y de liquidez en los agricultores, trajeron consigo que, pese a lo deficitario del mercado nacional, las liquidaciones al agricultor fueran muy bajas. Esto, en definitiva, perjudica a un cultivo que ya llevaba acumuladas serias dificultades por falta de plantas, debido entonces al exceso de lluvia y humedad en su periodo de siembra y nascencia.

Además, los precios vienen en parte determinados por los mercados internacionales y, en concreto, por el mercado de Rotterdam, y este hecho no lo controla el agricultor. Desde la organización agraria presidida por Ignacio Fernández de Mesa ya advirtieron hace dos años de la pérdida de rentabilidad del cultivo del girasol en Córdoba por los bajos precios, en un momento en el que la tonelada de pipa estaba entorno a los 310 euros y que "dejaban a las explotaciones por debajo de los costes de producción y pueden provocar la disminución drástica de las siembras para el año próximo".

Las previsiones se cumplieron, ya que el año pasado la superficie sembrada de girasol rondaba las 50.000 hectáreas en la provincia cordobesa, según datos de la Política Agraria Comunitaria que fueron facilitados por la Delegación de Agricultura de la Junta en Córdoba. Todo ello indica que el hecho de que este año ese precio sea un poco mayor no supone que no peligre la rentabilidad de este cultivo.

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