Córdoba

El sector duda de los beneficios de aplicar una tasa turística

  • Ganemos apoya la medida y la planteará en la asamblea La Junta considera "inoportuna" la propuesta de Sevilla y Granada

La incertidumbre es ahora la sensación más repetida entre los empresarios del sector después de que se haya abierto el debate de la posibilidad de implantar una tasa turística. Todo ha comenzado con una propuesta lanzada por el concejal delegado de Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, quien en declaraciones a Diario de Sevilla propuso que la ciudad incorpore un tasa a cobrar a los viajeros y, en su intención, pidió el respaldo de las ciudades que conforman el eje turístico andaluz para que la propuesta sea más fuerte y convencer así a la Junta de Andalucía, que parece contraria a la proposición. La Administración autonómica no es la única que ha planteado dudas respecto a este asunto, puesto que también despierta recelo en el sector. Una de las voces más autorizadas para hablar de turismo en Córdoba es la asociación de hosteleros, Hostecor. Su presidente, Francisco de la Torre, consideró "muy negativa" la posibilidad de aplicar este gravamen porque consideró que tiene "un afán recaudatorio" en lugar de apostar por la competitividad del sector y situar a Córdoba como destino "preferencial".

En la misma línea se pronunció el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de Córdoba (Aehcor), Manuel Fragero, quien pidió "más datos" sobre la forma de imponer el gravamen, ya que, en su opinión, "no sería lógico hacerlo mediante los hoteles, con la baja estancia media que tenemos".

El presidente de la Asociación de Organizadores de Congresos, Vicente Serrano, tampoco respalda la idea. Aunque Serrano aseguró que "es necesario realizar un estudio" antes de emitir un pronunciamiento, sí que se planteó si la medida conllevaría más inconvenientes que beneficios al sector.

La gestora cultural Montserrat Alcántara, por su parte, fue muy crítica con la implantación de este medida. "Los turistas ya contribuyen a la promoción de Córdoba simplemente con su estancia, no hay que cobrarles nada más", insistió esta experta en turismo cultural.

La mayoría de las voces, por tanto, no son favorables a esta medida. Ocurre lo mismo en la parte política, a excepción de Ganemos. La agrupación de electores, precisamente, va a plantear este gravamen en su asamblea sobre ordenanzas fiscales y, además, van a ir más allá. El viceportavoz de Ganemos Alberto de los Ríos aseguró que este tipo "puede servir, de forma progresiva y sin dañar al sector, para compensar a los efectos urbanísticos u ambientales que esta actividad genera sobre la ciudad y promover una mejor gestión turística". Para de los Ríos, no obstante, es necesario llegar antes a un acuerdo sobre "la política turística municipal".

El portavoz del PP en el Ayuntamiento, José María Bellido, consideró por su parte "un profundo error que se pueda estudiar la implantación" de una tasa turística en la ciudad. "En un entorno de gran competencia, Córdoba debe trabajar en mejorar su imagen y sus propuestas, en lugar de abrir un debate que supone poner trabas a quienes nos visitan", argumentó. Bellido aseguró que "es hora de avanzar en competitividad y calidad en lugar estudiar medidas que suponen un freno para nuestro desarrollo turístico".

El portavoz de Ciudadanos, David Dorado, apuntó por su parte que desde su formación "nos oponemos y entendemos que es un inconveniente y un obstáculo a día de hoy la implantación de la tasa para este sector de la economía y no tendría sentido, ya que imponer ese gravamen a los turistas sólo contribuiría a disuadir a todos los posibles viajeros". Por último, el concejal de Unión Cordobesa, Rafael Carlos Serrano, dijo que implantar una tasa turística "debe contar con el consenso de todos los empresarios turísticos de nuestra ciudad, no podemos imponer una medida q ponga en peligro la gallina de los huevos de oro, el turismo". Para Serrano no es entendible "gravar con más impuestos a nuestros visitantes, si con esta medida sólo se busca recaudar sin mejorar el turismo".

La Junta de Andalucía también se ha pronunciado en contra de esta medida y ha asegurado que no es "el momento oportuno" para realizar dicho planteamiento, lo que dificulta notablemente la discusión que se pretende avivar para buscar un consenso en torno a esta medida, sobre todo desde el Ayuntamiento de Sevilla. El principal argumento esgrimido por la Consejería de Turismo es que la tasa turística podría poner en riesgo la competitividad de la oferta, un extremo que puede ser rebatido, piensan en el consistorio sevillano, basándose en la experiencia de otras ciudades españolas y europeas que cuentan con dicha tasa y siguen sumando turistas.

De cualquier manera el Gobierno andaluz "no tomará ninguna decisión que conlleve gravar la actividad turística y aún menos si ésta no parte de un proceso de participación y consenso con todos los actores de la industria". De hecho, la intención del Ayuntamiento de Sevilla es continuar con el debate abierto para lograr dicho consenso necesario para, entre otras cosas, que la Junta de Andalucía reconsidere la propuesta, pues sin su visto bueno es imposible su aplicación, puesto que debe ser una ley autonómica la que regule dicha tasa.

El Gobierno andaluz también considera que, antes que una tasa, un planteamiento para poner encima de la mesa sería solicitar al Gobierno central la reducción del IVA en turismo del 10% al 8% en hoteles y agencias de viajes o culturales que actualmente tributan al 21%, uno de los más altos de toda Europa en estos segmentos turísticos. Según la Consejería, este aspecto sí que puede afectar a la competitividad turística de Andalucía.

La propuesta lanzada por el Ayuntamiento de Sevilla cuenta ahora con un apoyo político de manera oficial. El Ayuntamiento de Granada, que abrió con poco éxito el debate hace unos meses, se ha sumado a la iniciativa sevillana y adelantó que volverá a estudiar una idea ya planteada anteriormente por el PP en la capital granadina y que lo hará, en este caso, en colaboración con "el resto de ciudades" andaluzas y "especialmente con la Junta de Andalucía", apuntó el alcalde, Francisco Cuenca. Córdoba, por su parte, se mostrado más prudente, aunque ni descarta ni acepta la propuesta. El debate ya se ha abierto.

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