Mayo Festivo

Una batalla con la fiesta como vencedora

  • Alrededor de 5.000 personas participan en el lanzamiento de más de 100.000 claveles que supone el inicio de las celebraciones. El buen tiempo y el puente incrementan la afluencia.

Entre sones del Soy cordobés interpretado por la banda del Cristo del Amor, sin más munición que miles de claveles y más trinchera que las carrozas de las peñas, Córdoba libró ayer su particular batalla, la de las flores, la que da comienzo al Mayo Festivo. Y nadie se quiso perder esta cita que, después de unos años, cuenta con un día propio y no tuvo que compartir el protagonismo con la manifestación del 1 de mayo. La consecuencia del cambio de fecha es que miles de cordobeses y turistas se echaron a la calle para dar la bienvenida a mayo, a pesar de que ya se han pasado casi la mitad de las fiestas tras la celebración de la Cata de Vino, de la romería de Santo Domingo y de las Cruces. Todavía queda mucho más: los bellos Patios, más romería y la Feria.

La Batalla de las Flores tuvo ayer varios estrenos. El del equipo de gobierno con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, a la cabeza, que no tuvo complejos en convertirse en una soldado más de esta particular guerra y se la vio disfrutando en una jornada que calificó como "espléndida". La regidora ensalzó esta tradición "tan nuestra" que hace que los cordobeses "nos echemos a la calle para empezar mayo tirándonos claveles". Junto a ella el primer teniente de alcalde, Pedro García, muy entusiasmado también en su tarea de dar -aunque también recibió- clavelazos. Los asistentes no tuvieron piedad en su estrategia pese al estreno de los concejales y lanzaron su artillería al grito de "a por ellos, oé; a por ellos, oé". Ya se sabe que la batalla es la excusa perfecta para saldar cuentas con los políticos. Allí estuvieron también los concejales Emilio Aumente, Mar Téllez y Antonio Rojas, éste último especialmente motivado en su misión. Por parte de la oposición tampoco se perdieron la cita el portavoz del PP, José María Bellido, junto con sus compañeros Luis Martín, Amelia Caracuel y Carmen Sousa, así como el portavoz de UCOR, Rafael Serrano. Hasta el simpar Marcelino Ferrero, exconcejal de Festejos, estuvo por allí lanzando flores y otros cargos políticos como el delegado de Cultura de la Junta, Francisco Alcalde.

También fue el estreno del presidente de la Federación Peñas, Alfonso Morales, quien celebró que "por fin se ha roto la maldición" después de que se frustara la Cabalgata de los Reyes Magos y la salida de las carrozas en la romería de Santo Domingo. Un total de 14 estructuras decoradas para la ocasión con motivos como cruces de mayo o patios y fuentes cordobesas se pasearon ayer por el Paseo de la Victoria con una media de 25 personas en cada una. "Por fin el tiempo ha acompañado y Córdoba ha estado aquí, con sus tradiciones", defendió Morales, quien reconoció que "teníamos muchas ganas de la Batalla de las Flores". Alrededor de 5.000 personas participaron ayer en este pistoletazo de salida, según los datos ofrecidos por la Federación de Peñas. "Ha sido un gran estreno para mí, el día es espectacular y se han podido lucir las carrozas", apuntó el presidente de los peñistas. "Estoy muy satisfecho porque creo además que hemos salido ganando con el cambio de fecha, ya que muchos somos trabajadores y para nosotros era un problema tener que elegir entre ir a la manifestación del 1 de mayo a la batalla", explicó. Morales, además, recordó que hace años este pistoletazo de salida del Mayo Festivo se daba el último domingo de abril y no descartó que vuelva a este origen para dotar de significado esta celebración.

La Batalla de las Flores es uno de los actos del mayo cordobés que cada vez se está haciendo cada vez más conocido. La coincidencia ayer, además, con el puente festivo y el inicio de la Fiesta de los Patios hizo que junto a los cordobeses se mezclara una gran cantidad de turistas. Alrededor de 30 visitantes de Nuremberg (Alemania) tuvieron unas vistas privilegiadas y compartieron palco con las autoridades. El responsable de Relaciones Internacionales del ayuntamiento alemán, Esteban Cuya, explicó que cada año se organiza un viaje de este tipo para conocer las tradiciones de Córdoba, ciudad hermanada con Nuremberg desde hace una década. Cuya aseguró que los turistas estaban "encantados de la magia y los colores de la ciudad" y que, además de la batalla, habían pasado el fin de semana en las Cruces y ahora estaban dispuestos a disfrutar de los Patios. "Nos alegra mucho estar en Córdoba, uno se contagia de esta emoción y volvemos a Alemania más contentos", añadió. Los alemanes no se perdieron ni un detalle de esta particular batalla e intentaron fotografiar todos los momentos a través de sus cámaras. La visita se enmarca dentro de la colaboración que existe entre los dos consistorios y que se completará con una próxima expedición de jóvenes cordobeses a Nuremberg, donde permanecerán un tiempo recibiendo formación.

El ambiente festivo que se vivió en el Paseo de la Victoria se inició desde una hora antes de que arrancara el desfile, previsto a las 12:00, con muchas sevillanas y canciones populares y los primeros lanzamientos de claveles que se escapaban, el preludio habitual en una tradición que tiene su origen, según algunas fuentes, en 1915, justo hace un siglo y que se ha convertido con los años en una de las paradas obligatorias del Mayo Festivo. Este singular combate dejó de celebrarse hasta que en 1988 se retomó y, desde entonces no ha habido año en que los claveles no hayan tenido la oportunidad de dar la bienvenida a mayo en la capital.

Un grupo de italianos se encontró ayer con la batalla casi por casualidad y agradecieron esta "agradable sorpresa" que les ha permitido "ver algo que nunca habíamos visto". Mucho madrileño se quedó igualmente con la boca abierta ante tan curiosa guerra. "En un fin de semana vamos a ver las Cruces, la Batalla de las Flores y los Patios", destacaron entusiasmados Antonio y Luisa, de puente en la capital. Junto a ellos, cordobeses que "no nos la perdemos ningún año", como Carmen y Rafael, de Santa Marina. "Nos encanta y además arrastramos a toda la familia", añadieron.

La batalla culminó sin vencedores ni vencidos y con el triunfo de la fiesta, el color, el olor y las emociones que transmiten las flores y el mayo en Córdoba.

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