Celebración de la epifanía

Largas colas para ver a Sus Majestades

  • La fila de niños que esperaba para ver a los Reyes llegó incluso hasta el Templo Romano. La polémica por la suspensión de la Cabalgata el martes centró las conversaciones de los padres que fueron al Consistorio.

Córdoba no se quedaba sin su Cabalgata de Reyes Magos desde hacía 30 años. El chaparrón que descargó sobre la ciudad el pasado martes y que mojó las carrozas del cortejo hizo imposible que Melchor, Gaspar y Baltasar volvieran un año más, otro 5 de enero, a repartir la ilusión desde sus altas carriolas entre los miles de niños que esperan la noche de Reyes.

Para quitar ese mal sabor de boca, y ante la necesidad de dar salida a los kilos y kilos de chucherías que el Ayuntamiento tenía previsto repartir durante la Cabalgata, los Reyes llegaron a tiempo y pasaron la mañana en el Ayuntamiento. Los niños, acostumbrados a ver a Sus Majestades la tarde de antes a la noche de la ilusión, estaban un poco extrañados cuando se veían en la cola que daba acceso al edificio del Consistorio. Algunos de ellos se preguntaban que por qué seguían los Reyes en Córdoba si ya habían abierto los regalos, aunque una vez podían ver las túnicas y turbantes, ya se les olvidaba cualquier duda que tuvieran.

Y para ver a Sus Majestades ataviados con las mejores galas que se ponen cada 6 de enero para convertir la ilusión en magia y llegar a los miles de hogares de España, los niños tuvieron que esperar. Se notaba en Capitulares que había muchas ganas acumuladas por ver a los magos de Oriente ya que desde que comenzó la visita, a eso de las 10:00, empezaron a entrar los más madrugadores. Sobre las 13:00, una hora a la que la mayoría ya le había dado tiempo de abrir los regalos, es cuando más gente empezó a llegar hasta el Ayuntamiento, por lo que no resultó raro que la cola se extendiera hasta el Templo Romano.

Ana y Gerardo, dos hermanos, portaban cada uno una muñeca de la película Frozen, de Disney Pixar (uno llevaba a Elsa y otro a Anna, para ser exactos). Nerviosos cuando veían que ya les iba a tocar, uno le comentaba a la otra: "como vamos a estar muy cerca, nos van a dar más caramelos". Razón no le faltaba, ya que los pajes se esforzaban por hacer que las pequeñas bolsas con animales dibujados rebozaran al máximo llenas de paquetes de gusanitos, caramelos, lápices y otros tantos regalos. "Parece que no se acaban nunca", comentaban los pajes que hacían la labor mucho más fácil a sus majestades, y es que, a pesar de que a primera vista no se veía, si uno se fijaba, las torres apiladas de bolsas de gusanitos dibujaban un paisaje en Capitulares al que este edifico no está acostumbrado.

Así arrancó este paseo real que se extendió hasta las 14:00 y en el que Sus Majestades no tuvieron ni un momento de descanso. Duro ha sido el camino para estos tres magos que, ante tanto trabajo acumulado, tuvieron que delegar en tres cordobeses para que les aligeraran la tarea. Antonia Beltrán fue designada por el Rey Melchor y fue tal la ilusión que le causó a esta cordobesa que cuando el pasado martes se enteró de que finalmente la Cabalgata no salía, se echó a llorar. Con algo más de humor se lo tomó Rafael Barón, otro cordobés conocido por su dedicación a los patios. Barón fue quien puso las risas a un momento amargo y quien ayer, ataviado de Gaspar, hablaba con todos los niños que se le acercaban para desearles un feliz día de Reyes. La encargada de representar al Rey Baltasar fue Marta Hidalgo. Esta peñista tenía claro lo que iba a pedirle a los Reyes: "que nos dejen salir el año que viene ya que no hemos podido salir este".

La recepción en el Ayuntamiento estuvo cargada ayer de emoción por parte de los niños, pero los reyes reconocieron que no es lo mismo hacerlo así que pasearse por la ciudad sobre una carroza y ver desde arriba toda esa ilusión.

Por su dedicación y reservar un día tan especial como es el 6 de enero para estar con todos los niños de Córdoba, la alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, quiso agradecer a estos tres magos todo lo que han hecho desde que fueron elegidos. Ambrosio destacó "las ganas y el esfuerzo" de Antonia, Rafael y Marta para una cita como ésta, además de la oportunidad que le han dado a todos los pequeños de Córdoba. También a la ciudad quiso la regidora dirigirse para agradecerle que se acercaran hasta el Ayuntamiento "para de alguna manera compensar" esa suspensión de la Cabalgata de Reyes.

Eso sí, algunos padres que llevaron a sus hijos a ver a los Reyes, cuando apareció la alcaldesa, comenzaron a comentar en voz baja que la Cabalgata debería haber salido. En ese momento aún no se conocían los verdaderos motivos por los que el Ayuntamiento decidió sacar las carrozas mientras llovía, por lo que hubo quien mostró su lado más crítico con la regidora.

Sea como fuere, muchos niños pudieron ver en persona a sus Majestades de Oriente aunque ya fuera, como se dice, a toro pasado. Ya sólo queda un año para que Melchor, Gaspar y Baltasar y su séquito de carrozas con marionetas animadas puedan lucirse, esta vez sí, por las calles de la ciudad.

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