Córdoba

Urbanismo insiste en trasladar Cosmos y dejarla fuera de ordenación en "semanas"

  • Pedro García asegura que "lo lógico" es que la cementera se ubique fuera del casco urbano Confía en llegar a un acuerdo con la empresa aunque reconoce que es "complicado"

La Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) continúa con su guión previsto para la cementera Cosmos. El presidente de el organismo, Pedro García, insistió ayer en que la fábrica estará fuera de ordenación urbanística "en pocas semanas" y reiteró que la solución que maneja el gobierno municipal para su futuro es el traslado de la cementera fuera del casco urbano. García adelantó que mantendrá una reunión con los directivos del grupo empresarial en los próximos días en la que se va a intentar llegar a un acuerdo sobre su salida a otro espacio, aunque reconoció que "es complicado".

La declaración como fuera de ordenación supondrá que Cosmos pueda seguir con su actividad actual pero impide que se pueda instalar la incineradora como tenía previsto. García argumentó que es "de sentido común" que unas instalaciones de ese calado se sitúen "fuera del núcleo urbano" y confió en llegar a un acuerdo que no suponga "problemas económicos" para la firma pero tampoco vaya "contra la salud de los cordobeses". El presidente de la GMU apuntó que la actual normativa europea impide que una industria cementera se instale dentro de la ciudad, por lo que "lo lógico es que esté fuera", insistió.

La posibilidad del traslado, que ya avanzó la alcaldesa, Isabel Ambrosio, hace unas semanas contrasta con la posición de la firma, ya que desde Cosmos consideran que no es factible el cambio de ubicación. El propio director de la fábrica en Córdoba, José de la Vega, insistió ayer en que la cementera "se cierra, pero no se traslada", ya que explicó que construir una fábrica nueva como la de Córdoba implicaría hacer una inversión de hasta 300 millones de euros.

La firma ha defendido también que no pretende poner en marcha una incineradora, sino implantar la "valorización", un proceso que supone el aprovechamiento de residuos urbanos como combustible para fabricar cemento.

La Junta de Andalucía otorgó en 2007 un permiso de cinco años para que Cosmos realizara estas labores en el barrio de Levante, lo que provocó el rechazo absoluto de los vecinos y de algunas plataformas al entender que se podía poner en riesgo la salud de los cordobeses debido a los gases nocivos que emitiría la quema de los productos. Años más tarde, la delegación provincial de Medio Ambiente declaró la caducidad de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) que le concedió en su momento a la empresa y que le permitía incinerar materiales. El asunto parecía zanjado hasta que en marzo de este año trascendió que Medio Ambiente había aceptado esta vez un recurso de la fábrica que anulaba la caducidad de la autorización por lo que volvieron a sucederse las protestas. Para los detractores de la incineradora, la declaración de fuera de ordenación por parte de Urbanismo era la única vía para evitar la actividad.

Cosmos es una de las empresas de más arraigo en la ciudad, donde se implantó a principios de los años 30. La fábrica llegó a tener en los años 60 más de 300 trabajadores pero en la actualidad se encuentra en horas bajas debido a la crisis del sector de la construcción, que ha reducido de manera considerable la demanda de producción de cemento. La planta ha pasado por varias manos desde el origen de Asland hasta Lafargue o Cimpor aunque desde finales de 2012 es el grupo brasileño Votorantim quien está al frente. La poca actividad ha dejado a la cementera al 25% de la actividad y con apenas 40 trabajadores tras varios procesos de regulación de empleo. La falta de actividad ha sido precisamente uno de los motivos por los que Cosmos ha optado por ampliar su usos a la quema de residuos, aunque nunca ha llegado a ponerse en marcha por la oposición de vecinos y colectivos ecologistas.

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