Córdoba

Enresa revisa el registro nacional de residuos para ver si amplía El Cabril

  • El XVII Seminario de Periodismo y Medio Ambiente incide en cómo comunicar la ciencia

El director técnico de Enresa, Álvaro Rodríguez Beceiro, informó ayer de que le empresa pública está revisando el inventario nacional de residuos radiactivos, "ya que para El Cabril es fundamental poder saber cuántos residuos tenemos de media y de baja actividad y cuántos de muy baja actividad" de cara a una posible ampliación. "Hasta que no hagamos la caracterización de estos residuos no podemos saber si realmente habrá necesidad de ampliar", añadió. No obstante, especificó que El Cabril cuenta actualmente con la capacidad "suficiente" para albergar los residuos que están previstos dentro del actual Plan Nacional General de Residuos Nucleares. Esa ampliación se llevaría a cabo, según Enresa, "en volumen pero no en actividad radiológica": o sea, de efectuarse, podría ser de 28 estructuras de almacenamiento. Según la Dirección Técnica de Enresa, este escenario de 28 nuevas estructuras es de máximos (el tope que se podría llegar a construir). Además, se están planteando programas de reducción de volumen y de conversión de residuos de baja y media a muy baja actividad.

Rodríguez Beceiro realizó estas declaraciones durante la inauguración de la XVII edición del Seminario Internacional de Ciencia, Periodismo y Medio Ambiente, centrada en cómo comunicar la ciencia y la gestión de residuos. Ayer, la directora del centro de almacenamiento de Sierra Albarrana, Eva Nogueiro expuso las razones que llevan a empresas como Enresa a apostar por un ambicioso plan de comunicación para que una actividad como la que se realiza en El Cabril sea aceptada socialmente". Una de las claves de esta divulgación, son, como apuntó la directora de El Cabril, las visitas, algo que, "se cuida desde antes de que lleguen seleccionando el recorrido y la persona que les atenderá según sus intereses". Después subrayó "la importancia del lenguaje y el mensaje a la hora de transmitir la información". "Comunicar sí, de forma rigurosa, entendible y adaptada al público", destacó. Nogueiro detalló que El Cabril recibe a unas 4.000 personas al año, mientras que unos 117 centros escolares asisten de media anual a los talleres educativos que organiza el centro.

En la misma mesa redonda, se expuso también el sistema de comunicación que se lleva a cabo en un almacén temporal para residuos de alta actividad en Holanda. El exdirector general de Covra (la agencia de gestión de residuos holandesa) Hans Codée explicó que "hay que buscar mensajes positivos para compartir, además de la mejor forma de compartirlo". Codée insistió en que hay que incluir datos no técnicos, ya que "los sentimientos son importantes, sobre todo, si son positivos". En este caso el almacén holandés es por fuera Metamorphosis, la obra de un artista local por la que el complejo está pintado en un naranja intenso que irá decayendo en color según decaiga la actividad radiológica del material almacenado. También se expuso el caso francés. El director del centro de almacenamiento de L'Aube, Patrice Torres, destacó que los temas relacionados con la radiactividad "no interesan a nadie y es muy complejo debatirlos sin que la emoción esté antes que el raciocinio", y habló de herramientas puestas en marcha por Andra (la gestora francesa de residuos radiactivos), como publicaciones, encuentros internos, emisión de vídeos, programas de visitas o el uso de redes sociales.

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